Todavía con la imagen vívida de la carrera del “niño” Torres superando al veloz Lahm y, con un toque sutil pero letal, venciendo al veterano arquero Lehmann para dar a la selección española el título, nos aprestamos a disfrutar de una nueva edición del Campeonato Europeo de Fútbol de la UEFA.
Las 16 mejores selecciones europeas de este ciclo se medirán en los gramados de Polonia y Ucrania para alzarse con el prestigioso trofeo Henri Delaunay entre el 8 de junio y el 1º de julio de 2012.

Esta candidatura, que por 3ª vez se realiza por dos países en conjunto, presentó desde un comienzo serias dificultades de organización, logística e infraestructura. Ni polacos ni ucranianos han organizado eventos deportivos de alta envergadura. Los servicios autoviales se encontraban en lamentable estado y, a cinco años del inicio del evento, cuatro de los estadios todavía eran proyectos sobre planos. Si adicionamos a lo anterior una importante crisis por corrupción arbitral y la interferencia del gobierno polaco en la realización de un torneo doméstico, realmente puso a esta edición en serios aprietos de disputarse. Incluso ya se habían propuesto algunas alternativas para mudar la sede. Pero el apoyo de la gran mayoría de la población de ambos países y la promesa de los dirigentes locales para solventar tales problemáticas, inclinaron el platillo a favor de esta candidatura.
Con Polonia y Ucrania clasificadas como naciones organizadoras, el resto de Europa se vio inmersa en el un proceso de clasificación que se mantuvo por 13 meses hasta llegar, el 2 de diciembre de 2011, al Palacio de las Artes de Kiev para que, ante representantes de las 16 mejores naciones europeas, se dirimiera el orden de los grupos de la fase final.
Cada país tendrá 4 estadios. El partido inaugural entre Polonia y Grecia se realizará en el Estadio Nacional de Polonia de Varsovia con más de 55 mil locaciones y la final se realizará en el Olímpico de Kiev, con 77 mil asientos. En ambos recintos se jugarán las semifinales.
