miércoles, 11 de junio de 2014

El Fútbol en el país de la alegría. Copa Mundial Brasil 2014.

Tras 4 años de espera y luego de medio ciclo de épicas contiendas en pos de una clasificación, nos encontramos en la víspera del inicio de la fase final de la Copa del Mundo de Fútbol a realizarse en el país que más veces la ha ganado y donde este deporte forma parte del ADN de quienes habitan al gigante amazónico.


32 selecciones del Orbe conquistaron el derecho de representar a sus respectivos países y sus confederaciones continentales en la Copa del Mundo de Fútbol, Brasil 2014. El deporte rey volverá a brillar tras cuatro años de reinado español, ahora en la tierra donde el fútbol es esencia, vida y espíritu. Donde las pasiones por este deporte se desatan de forma desaforada exaltando emociones que no se sienten en ningún otro lugar de la tierra.

32 equipos, reagrupados en ocho grupos, con 23 modernos gladiadores cada uno, mantendrán al mundo en vilo durante 31 días. Cientos de millones de espectadores seguirán las incidencias de los 52 encuentros arengando a sus favoritos, en muchos casos como si en ello les fuera la vida. A continuación una breve semblanza de cada uno de ellos.

Grupo A. Brasil, Croacia, México, Camerún

Brasil presenta uno de los equipos más poderosos de su historia, comparable quizás al de México 70. Su línea defensiva, potente y rápida a la vez, establece el inicio de una estrategia de organización de ataque con elementos inteligentes y versátiles poblando la media cancha y alimentando a sus letales estrellas ofensivas. Si catalizan su potencial futbolístico y canalizan la presión de jugar en casa ante un público casado con ellos pero que no perdona fallos, será el gran enemigo a vencer. Croacia, por su parte, entra por la puerta trasera de Europa pero presentando una columna vertebral de jóvenes y veteranos que deambulan por las principales  ligas del viejo continente. Tienen un fútbol alegre y compacto que puede dar que hablar y quizás generar sorpresas. México llega al Mundial buscando el pase a la segunda ronda con una camada bien experimentada en lides tanto domésticas como foráneas. Sus jugadores principales están fogueados en importantes equipos pero deben superar la falta de concentración de que son presa en las competiciones importantes. Los Leones Indomables de Camerún aparecen en este escenario con una pléyade de figuras pero que han pasado sus mejores horas. Gran experiencia y espíritu de lucha son sus puntos fuertes. Veremos si el esfuerzo físico también les acompaña. Mi pronóstico: Brasil y Croacia, pero viendo a los manitos de reojo.

Grupo B. España, Holanda, Chile, Australia

La mejor selección de la última década, España, llegó a Brasil con la etiqueta de gran favorito junto a los locales. Más de 15 de los campeones de Sudáfrica repiten en esta edición, la mayoría de ellos en el punto más alto de sus carreras. Esto, junto a la proyección de noveles figuras que se han adaptado asombrosamente rápido, engranando en una maquinaria perfectamente aceitada. La motivación de veteranos y jóvenes por mantener alto el listón actual los hacen candidatos de primera línea a la renovación del título. Su juego se basa en la sólida defensa y en un ya legendario control de balón. Su punto débil es la efectividad de definición de cara al gol. Holanda, la otrora Naranja Mecánica, regresa luego de una gran fase de clasificación con un plantel muy renovado pero con sus figuras muy desgastadas y en una evidente etapa de renovación generacional que evidenció en la Eurocopa 2012. Es un equipo poderoso con una pétrea media cancha y delantera de lujo. Es candidata a alcanzar mayores instancias, aunque carece del favoritismo de anteriores ocasiones. Chile es la selección que mejor proyección ha tenido este hemisferio en este ciclo mundialista. Posee fuerza y velocidad en todas sus líneas. Si supera las deficiencias físicas de algunas de sus figuras y mantiene el juego presentado en las eliminatorias de Conmebol, será serio aspirante a pasar de fase. Australia parece ser el participante más débil de los 32. Sin un referente importante puede ser árbitro para los otros 3  compañeros de grupo. Mi pronóstico: España y, con mucha duda, Holanda.

Grupo C. Colombia, Grecia, Costa de Marfil, Japón

Juventud, talento y orden caracteriza a la nueva selección de Colombia. Tras 16 años ausente de la cita mundial, los cafeteros aspiran a protagonizar gestas importantes. Con equilibrio entre sus líneas, su velocidad y efectividad serán definitivas en su trascender. Lástima que importantes figuras hayan perdido la oportunidad de brillar en esta ocasión. Grecia ha recuperado la fuerza defensiva de hace una década cuando se coronó en Europa. Pero además ha adicionado firmeza y eficacia en el ataque lo que la hace potencialmente peligrosa para cualquier contrincante. La mejor selección africana de la historia, hombre por hombre, quizás sea la de Costa de Marfil. A Brasil trae una temible ofensiva y una línea medular muy ofensiva o muy defensiva. Y ese es el punto débil histórico de los “elefantes”: han adolecido de un cerebro organizador que pueda orquestar un juego fluido entre las líneas de ataque y de contención. Y no es distinto en la actualidad. Con la fuerza física que los caracteriza tratarán de hacerse un puesto en la fase de octavos. Japón encarna la consistencia y la disciplina natural de su milenaria idiosincracia. Viene a esta edición a demostrar la evolución de su balompié integrando sus dotes de disposición y rapidez con el ordenamiento táctico adoptado de Europa. Mi pronóstico: en este difícil grupo, Colombia y Japón deberían lograr cierta diferencia.

Grupo D. Uruguay, Costa Rica, Inglaterra, Italia

El grupo de los 3 campeones. Uruguay clasificó por repechaje dominando cómodamente ésta ante Jordania. Su camiseta genera gran respeto y se crece en momentos de presión haciendo que sea siempre un candidato a altos logros. Tiene un bloque sólido donde no muestra costuras en ninguna de sus líneas. Sus esporádicos lapsus mentales son su mayor enemigo. Costa Rica llega a las tierras del sur con más ilusión que oportunidad. Viene con un equipo ordenado con buenos elementos y con el sueño de lograr el pase a octavos. Lástima que el sorteo no fue benevolente con los ticos. A pesar de ello, saldrán con la frente en alto y seguro serán jueces en el devenir de este Mundial. Inglaterra tiene un equipo “decente” con personajes fuertes, rápidos y de buena técnica. Pero su cohesión como una escuadra de alto nivel aun no es un hecho y seguirá acumulando infortunios. La siempre favorita Italia llega con un conjunto férreo donde el efecto “catenaccio” se complementa con la altura y versatilidad de sus defensas, la inteligencia táctica de su zona de volantes y una de las delanteras más temibles de su historia. La azzurri siempre llega con bajo perfil pero es gran candidata  a protagonizar épicas en las últimas instancias. Mi pronóstico: Uruguay e Italia.

Grupo E. Suiza, Ecuador, Francia, Honduras

Suiza es otro de los equipos que pueden complicar la existencia a cualquiera. Recordemos que hace 4 años ganó a quién a la postre sería campeón. Con una camada de jugadores esparcidos por toda Europa, los suizos traen un esquema basado en la fortaleza defensiva y el estricto orden de su media. Eso hace que se libere mucha presión al accionar de su delantera. Será una selección de cuidado. Ecuador se presenta, luego de casi una década de altibajos, con la meta de alcanzar el pase de ronda. Muy fogoso del medio hacia delante, el  team de la mitad del mundo hace aguas en su defensa y le cuesta ganar allende sus fronteras. Francia vive horas menguadas en su devenir balompédico. Llega a Brasil con muchas dificultades y con una generación que, de lejos, no emula la del 98. Tiene buenos jugadores a nivel individual pero no han podido alcanzar un estilo de juego que fructifique esa calidad potencial que posee. Para esta copa van a depender mucho del accionar de las jóvenes promesas. La escasa calidad teórica del grupo los ayudará a trascender. Por último, Honduras, con gran ilusión, viene a pescar en río revuelto. Con una excelente calidad regional, espera elevar su rendimiento, que es bastante exiguo fuera de su casa, y arañar puntos suficientes para dar la sorpresa en este grupo. Mis pronósticos: Francia y Suiza.

Grupo F. Argentina, Bosnia y Herzegovina, Irán, Nigeria

La siempre favorita Argentina vuelve con esa distinción a luchar por el título. Pero, al igual que en anteriores presentaciones, tiene una constelación de estrellas individuales pero que no logran unirse para el bien común y llegar hasta lo más alto. Este año nos muestra la que quizás es la ofensiva más temible del certamen, pero las carencias en la defensa y en la media cancha organizativa hace que dependa en demasía de la genialidad de sus figuras. De todas formas es un grupo que debería dominar con facilidad. Bosnia y Herzegovina debuta en estas lides mundialistas con un grupo bien cohesionado y de comprobada actitud al ataque, lo cual tilda a los balcánicos de temibles. Herederos de la fracción más física de la antigua Yugoslavia, podría ser una delas más agradables sorpresas de la justa. Aparte de 3 participaciones anteriores, Irán viene con escaso background en sus vitrinas. Su grupo de clasificación fue débil y eso se sentirá en Brasil. Lamentablemente puede ser determinante en su grupo dependiendo de la cantidad de goles que endosen sus redes. Las jóvenes “Aguilas Negras” de Nigeria vienen de conquistar la Copa de Africa y está en disposición de reeditar glorias pasadas. A pesar de su voluntad, habilidad y potencia, todavía no muestran la madurez necesaria para ser protagonistas en el concierto del fútbol mundial, pero pronto lo estarán. Mi pronóstico: Argentina y Bosnia-Herzegovina, con Nigeria pisando fuerte.

Grupo G. Alemania, Portugal, Ghana, Estados Unidos

Alemania lleva varias competencias avisando que su momento está cerca, sólo le falta el paso final para superar las semifinales. Este año ha conformado un bloque compacto, sin fisuras, con su habitual preparación física pero con una técnica modernizada basada en la tenencia del balón y ataques relampagueantes. Debe sortear sin problemas esta fase y es serio candidato al premio máximo. Portugal viene con una generación poco valorada pero que guerrea todo el tiempo, aunque en las fases finales tienda a mostrar fatales irregularidades. Con figuras de renombre, los lusos se presentan en Brasil a cambiar la historia. Es una selección completa en todas las posiciones. Si logra mantener la mente fría y en el juego, seguro que llegará muy lejos. Ghana, que estuvo a punto de entrar en semifinales en Sudáfrica, está en proceso de rejuvenecer su selección, pero ello no ha mermado en su estilo de juego, pétreo, de fuerza, pero hábil a la vez. Tiene Ghana una zona de volantes de lujo y una delantera bien valorada. Su defensa pareciera ser su punto débil, pero sus jóvenes valores han cumplido con el compromiso. Estados Unidos dominó su clasificación con autoridad y solvencia, pero los contrincantes fueron de un perfil notablemente más bajo que el que enfrentarán en la cita mundialista. Tiene una suerte de figuras puntuales bien engranadas, pero que, en la visita, deja en evidencia su falta de madurez. Esta no parece ser su oportunidad de brillar. Mi pronóstico: Alemania y Portugal.

Grupo H. Bélgica, Argelia, Rusia, Corea del Sur

Con una camada de jóvenes figuras se presenta Bélgica dispuesta a emular a la gran generación de los 80. Con la frescura de una juventud ya forjada en importantes ligas y torneos de jerarquía, los “Diablos Rojos” pueden ser la gran sorpresa de esta Copa. Con la ventaja de no tener nada que perder, será un contendiente de cuidado en este grupo. Su falta de experiencia en esta categoría es la principal contra que puedan tener. Argelia es la selección africana con mejor técnica y estrategia, aunque con inferior potencia física que sus vecinos continentales. Sus principales bazas se han desarrollado en el contexto europeo, sobre todo en el país galo. No se le dan grandes probabilidades pero darán lucha y quizás la campanada en un grupo bastante parejo. La irregularidad de la selección de Rusia podría brindar grandes tardes, así como otras plenas de decepción. Un equipo correoso y disciplinado, que puede complicar a cualquiera, cuyo fuerte es la sólida línea defensiva desde donde fluye su juego de contraataque. La mejor arma de Corea del Sur es su característica velocidad. Eso, aunado a la falta de presión por saberse uno de los seleccionados con menor oportunidad en la competencia, puede ser su mejor baza para arañar puntos importantes. Mi pronóstico: Bélgica y Argelia.

¡QUE EMPIECE LA FIESTA DEL FUTBOL MUNDIAL!

domingo, 25 de mayo de 2014

La Décima llegó en la apoteosis de los derbis

Se llama derbi a una competencia deportiva entre equipos rivales que conviven en una misma ciudad o pueblo. Este 24 de mayo una de las más emblemáticas rivalidades cruzó la frontera, no sólo de su lugar o región, sino de su país, para protagonizar el derbi de más alto rango posible en Europa y quizás en el mundo. La final de la Champions League.

El estadio Da Luz de Lisboa se engalanó para recibir a los dos abanderados de la capital vecina en la final de Champions League con más expectativas de su historia. Dos representantes del país más galardonado del balompié europeo y en el apogeo histórico de su fútbol. 

El Real Madrid obsesionado por conseguir el 10º galardón, ya con la Copa del Rey obtenida semanas atrás y dejando en el camino una estela de equipos alemanes que mordieron el polvo uno tras otros.

El Atlético de Madrid ganó la Liga tras una impresionante campaña sobre los dos gigantes españoles aguantando al poderoso Barcelona en la propia ciudad condal apenas una semana atrás. Buscaba su primera orejona que se le escapó hace 40 años ante el Múnich a falta de un minuto para finalizar la final.

El fragor y la dureza de implicarse en varios frentes locales y continentales hicieron mella en algunos protagonistas que llegaron a la liza lusa con el cansancio acumulado en músculos y articulaciones. Alonso sancionado y Arda por lesión miraron desde la grada, mientras que los dos arietes, Benzemá y Costa eran serias dudas para el inicio.

Ante más de 60 mil espectadores en el estadio y 380 millones más por TV se inició el encuentro después de una sencilla pero emotiva ceremonia de apertura que motivó el fervor del público. 15 vertiginosos minutos iniciales donde el balón se movía de cancha a cancha y que ya avizoraba el devenir del partido. El temor rojiblanco se hizo presente cuando Diego Costa se retiró en el minuto 9, resentido de su lesión.

El dominio se volvió alterno aunque el Real manejó a ratos los hilos pero se estrellaba contra una defensa sólida y ordenada que obligó a los blancos a probar con centros que morían ante la efectividad de Miranda y Godín. Justamente el central uruguayo en un centro de Thiago, al cobro de un córner, cabecea hacia atrás ganando el salto al disminuido Khedira, bombeando el balón sobre Iker que salió a comprar harina y, a pesar del esfuerzo por enmendar su garrafal error, el primer tanto cayó a favor de los colchoneros en el 36´. El frenesí estalló en las gargantas de la impresionante fanaticada atlética del estadio. 
El resto del parcial transcurrió con un Madrid tocado en sus fibras, con una serie de errores inconcebibles de control que facilitaban el excelente accionar del rival. Sólo su cuarteto defensivo, en una gran tarde y jugando al límite, salvó que el marcador no se abultara. Con los merengues casi pidiendo el silbato llegó el descanso.


La 2ª parte arranca con más de lo mismo. Pero, buscando mayor efectividad al frente, en el 13´ Ancelotti introduce a Isco por el mermado alemán y Marcelo por un enorme Coentrao que lució a la defensiva pero nulo en ataque. Las nuevas caras dan frescura al accionar blanco haciendo retroceder al Atleti varios metros en su retaguardia. Siguiendo el guion Cristiano y Bale no se intercambiaron posiciones, cosa que mutiló el maniobrar de un Bale que se engulló tres ocasiones claras de igualar las acciones.

Tratando de quitarse la ligera presión, Simeone saca al pundonoroso pero inefectivo Raúl García por el principito Sosa, quien a la postre sería un gran error. Buscando piernas frescas, el técnico italiano cambia a Karim, quien ya estaba casi estorbando, por el joven Morata en el último tercio del parcial. El Cholo responde retirando al fundido Filipe Luis por Alderweireld para neutralizar el concierto de centros del rival.

Los últimos 10 minutos fue un asedio total al coso de Courtois. Con más corazón que técnica el Madrid llegaba al área pero sin concretar… parecía que todos tenían miedo de chutar la pelota. Sólo el buen Modric lo intentó sin resultado.

Con 5 minutos de descuento, provocados tanto por cansancio como por el teatro de algunos personajes del Manzanares, se colgó un balón desde un saque de esquina a la izquierda del arco del belga que generó un hueco en la zaga, bien aprovechado por Sergio Ramos quién, erigiéndose en héroe, conectó con furia la pelota lejos del alcance del cancerbero decretando, a 2 minutos del final, el empate cuando la gradería rojiblanca ya celebraba el anhelado triunfo.

El tanto derrumbó al Atlético de Madrid. La prórroga no hizo sino aflorar las carencias físicas del equipo. Simeone necesitaba el cambio que perdió con la salida temprana de Costa, Sosa no retenía balón alguno y Juanfran apenas daba un paso sin dolor. Villa, con mucho pundonor, jugaba acalambrado. Mientras, el Real Madrid, con la inyección de motivación y adrenalina que el gol de Ramos insufló, se crecía sobre el terreno de juego.

Una internada por la banda izquierda desde el centro del campo de Di María, en una memorable jornada, culminó un centro al borde del área chica que Bale, haciendo gala de su potencialidad física, alcanzó a cabecear al fondo de la red para poner al frente a su equipo en el 110´. Hacía 56 años que no se veían 3 goles de cabeza en una final europea.

El Atleti no daba para más. Casi con placidez jugó el Real la segunda prórroga. Marcelo se infiltró hasta la media luna y se atrevió a patear con fuerza el esférico logrando el 3er tanto merengue. Y 2 minutos después, en la última jugada del encuentro, el árbitro holandés Kuipers, quizás para compensar una mano de Gabi no sancionada anteriormente, pita un penal sobre CR7 en los últimos instantes que él mismo ejecuta para redondear el 4 a 1 final y aumentar su record de goles en una temporada de Champions a 17 tantos.

Un partido que se jugó con más pasión que técnica, donde la táctica y las estrategias se vieron superadas por el pundonor y el corazón de los protagonistas. La final se decantó por quien tuvo más fuerza y claridad. El Real Madrid, con una mezcla de estrellas veteranas y noveles, tal como mienta su himno, alcanzó la anhelada décima orejona. El Atlético de Madrid cayó, con todos los honores, ante la historia. Con una trayectoria que no eclipsará la de hace 18 años con el doblete, pero que tiene gran mérito porque los rivales a batir fueron más fuertes que los del 96.

Madrid, hoy por hoy, es la capital del fútbol europeo. Dos gigantes se enfrentaron en el césped de Da Luz y fue seguido alrededor del mundo ante 380 millones de aficionados delirantes de emoción. Se alcanzó la glorificación de los derbis. Lástima que uno tenía que caer.

Gloria al vencedor. Honor al vencido.