sábado, 29 de mayo de 2010

Italia 1990. Alemania impera en un flojo torneo

La XIV Copa Mundial de Fútbol volvía a Italia, una poderosa nación futbolística en donde no se iba a reparar en gastos alcanzar un rotundo éxito. Se realizó entre el 8 de junio y el 8 de julio de 1990 convirtiéndose así en el segundo país en celebrar una Copa Mundial en 2 ocasiones.

Se hicieron reformas completas en diez de los doce estadios de la Copa Mundial de la FIFA y los de Turín y Bari se construyeron especialmente para el acontecimiento.

En la ronda clasificatoria participaron menos países que en 1986 (112 en lugar de 121). Entre los equipos que se quedaron en el camino estaban Dinamarca, Portugal y Francia, semifinalista de 1986, que había nombrado a Michel Platini seleccionador en sustitución de Henri Michel.

En un encuentro eliminatorio contra Brasil en el Maracaná, el entonces arquero de Chile, Roberto “Cóndor” Rojas, aprovechó que un espectador local arrojó una bengala al campo, se tiró al piso simulando una herida y se cortó la frente con una hoja de afeitar que escondía en la manga.

Una fotografía de un corresponsal argentino mostró el instante en que la bengala cayera a un metro del guardameta. La FIFA, luego de estudiar el caso, otorgan el partido a Brasil 2 a 0, impidiendo participar a Chile en las eliminatorias de Italia 90 y U.S.A. 94 y sancionan de por vida al golero.
24 selecciones participaron en el evento, 14 equipos europeos, 6 americanos, Egipto, Camerún, Corea del Sur y Emiratos Árabes Unidos.
A este Mundial regresaron varias selecciones tras muchos años de ausencia: Colombia que no participaba desde 1962, Egipto desde 1934, Estados Unidos desde 1950, Holanda y Suecia desde 1978, Rumania desde 1970. A estos equipos se suman los debutantes: Emiratos Árabes Unidos, Irlanda y la revelación de esta competición, Costa Rica,. Este fue el último mundial en que, hasta entonces, asistieron todas las selecciones que alguna vez se habían hecho del título mundial: Uruguay, Italia, Alemania, Inglaterra, Brasil y Argentina, también fue el último mundial para las selecciones que se desintegrarían en los siguientes años como Yugoslavia y Checoslovaquia en 1992, Alemania Federal que se reunificaría en ese mismo año y la Unión Soviética en 1991.
El tema musical fue Un'estate Italiana interpretado por Gianna Nannini y Edoardo Bennato. Adidas estrenó el modelo Etrusco de pelotas de fútbol que tenían la misma composición que la Azteca mexicana. “Ciao” fue la mascota del Mundial, era una maqueta cúbica con los colores de la bandera italiana y que llevaba una pelota de cabeza.

El partido inaugural del Mundial se disputó en el estadio Giuseppe Meazza de Milán, entre Argentina, último campeón del Mundo y Camerún, por el grupo B. Grande fue la sorpresa cuando los africanos se impusieron por 1 a 0, con gol de Omam Biyick a tan sólo cinco minutos para finalizar el partido, ante una albiceleste notablemente desmejorada.

Esta Copa fue la cúspide de la carrera de Roger Milla. A los de 38 años, la estrella camerunesa se había despedido del fútbol de máximo nivel para jugar en un modesto equipo de la Isla de Reunión. Sin embargo, volvió de su retiro para dejar una huella memorable en Italia 90. Con 38 años y 20 días, Milla se convirtió en el goleador de mayor edad de la historia de la Copa Mundial cuando marcó por partida doble ante Rumania.
En el segundo partido de Argentina, contra la URSS, a los 12 minutos del inicio, un desafortunado choque entre el defensor Olarticoechea y el arquero Nery Pumpido, se saldó la doble fractura de la tibia derecha del cancerbero, ante lo cual ingresó en su lugar Sergio Goycochea, quien se convertiría en el protagonista del transitar argentino a lo largo del mundial.
Se le puede decir que este grupo fue sorpresivo ya que naciones tan potentes como Argentina y la URSS fueron destrozados por Camerún y Rumanía que en el papel eran inferiores. Argentina tuvo suerte de ser el mejor tercero. Camerún se convirtió en el único equipo de la historia en concluir primero de grupo con una diferencia negativa de goles.
Las potencias de Italia y Checoslovaquia no presentaron problemas al derrotar a los austriacos y a los americanos en el grupo A.

La debutante selección costarricense derrotó, en el 3er grupo, a selecciones europeas como Escocia y Suecia siendo la gran sorpresa de la 1ª fase. Brasil ganó sus 3 cotejos gracias a dos definiciones por la mínima de su goleador Müller.

En el grupo D, Alemania y Yugoslavia no tuvieron dificultad en sacarle puntos a Colombia y la débil selección de los Emiratos Árabes Unidos. Colombia avanzó al ganarle a EAU y ganarle un punto a los balcánicos.

España y Bélgica avanzaron fácilmente, España solo tuvo el inconveniente de empatar con Uruguay, mientras que los charrúas empataron con los hispanos y avanzaron como mejores terceros obteniendo los 3 puntos contra Corea del Sur.
En el último grupo de la fase de grupos Inglaterra fue la única selección que pudo ganarle a Egipto 1 a 0 en el único juego que no terminó igualado. Irlanda y Holanda franquearon la ronda a punta de decepcionantes empates.

Los octavos de final propusieron las llaves siguientes:

"Los leones indomables" de Roger Milla vencieron 2 a 1 a Colombia en tiempo extra por una lamentable gracia del portero René Higuita.
Los checoslovacos no tuvieron piedad del sorpresivo equipo tico y, de la mano del letal Thomas Skuhravy con un hat trick, los golearon 4 a 1 sin que su buen portero Luis Gabelo Conejo pudiera evitarlo.

En el clásico de Sudamérica, en un ejemplo acerca de lo impredecible que puede ser el deporte rey, los argentinos, que apenas llegaron como terceros, se limitaban a ver como los cariocas controlaban la pelota y la estrellaban contra los tres palos de Goycochea. Pero gracias a una genialidad de Maradona, que dejó en el camino a tres jugadores brasileños y soltó un quimérico pase para que Claudio Caniggia definiera de manera magistral truncando el sueño de millones de fanáticos verde amarelhos. Se dice que en este partido Bilardo intoxicó intencionadamente al brasileño Branco.

Los incansables alemanes, claramente superiores, liquidaron por 2-1 a Holanda, campeona de Europa, donde brillaban Rijkaard, Gullit y Van Basten y que apenas pudieron responder con un gol de Ronald Koeman finalizando el juego.

El encuentro entre Irlanda y Rumania tiene que dar gracias a quienes inventaron la definición por penales ya que nadie parecía tener la disposición de ganar y que se veía que iba a tardar toda la vida en terminarse. Hasta en las penas máximas parecía lo mismo. Al final, 0 a 0 y 5 a 4 en penales para los británicos.

Italia enredó el juego uruguayo dejándolos sin poder desplegar su típico juego de toque y, en dos contragolpes, definieron el trámite a su favor.

Los españoles apenas lograron llevar el juego contra los yugoslavos hasta el alargue (1-1) donde anotaron rápidamente, logrando contener el desordenado ataque íbero y salvar la barrera de octavos.

En un duelo titánico, en donde ingleses y belgas se peleaban sin éxito para anotar primero, se llegó a tiempo extra en donde los arcos seguían cerrados. Cuando ya se hacían las listas de tiradores, Oliver Platt, al minuto 119, forjó el retorno de los belgas a casa.

En cuartos en una noche donde la contundencia brilló por su ausencia, los argentinos se enfrentaron a Yugoslavia donde Stojkovic oficiaba de estrella. Los balcánicos dominaron sobradamente el primer tiempo y no le perdieron la cara al partido en el segundo, a pesar de que a la media hora de juego Maradona ya había provocado la expulsión de Sabanadzovic. Fueron necesarios 10 penaltis definitorios donde, a pesar del fallo del Pelusa, Sergio Goycochea se convirtió en héroe al atajar dos penales y guiar a su equipo a la siguiente ronda.

Sin mucha historia, alemanes e italianos salvaron el trámite ajustadamente derrotando a checoslovacos e irlandeses, ambos por la diferencia mínima de 1 a 0.

Pocos partidos del Mundial Italia 1990 pusieron al público al borde de sus asientos como el homérico choque entre Inglaterra y Camerún. Aquel encuentro de infarto reunió a unos ingleses donde brillaba la destreza del organizador de su juego, Paul Gascoigne y los “leones indomables” en que Roger Milla, con de 38 años de edad, ya había inscrito su nombre en los anales del campeonato.

Inglaterra disfrutó de la posesión en los primeros compases del cotejo, pero Camerún creó las primeras oportunidades exigiendo en par de oportunidades a Peter Shilton. Pero Inglaterra replicó con el primer gol donde el veterano Thomas N'Kono no nada pudo hacer ante el certero cabezazo de David Platt.

Roger Milla entró en el campo tras el descanso y le cambió el coraje a los centroafricanos. En dos vertiginosas maniobras del “viejo león” voltearon el marcador con anotaciones de Kunde y Ekeké en sólo 4 minutos. Pero luego de un fallo de Omam en pared con Milla, Massing derribó a Lineker en el área. El propio delantero apuntó a la esquina superior izquierda y no erró el tiro.

En el minuto 105 del alargue, Lineker volvió a ser derribado en el área. Otro penal. El Botín de Oro de 1986, disparó al centro para alcanzar el 3-2 y su pase a semifinales. La gran exhibición de Camerún aunado al excelente rendimiento de Egipto logró que África pudiese enviar tres equipos a la Copa Mundial de 1994.

Salvatore Schillaci, de prácticamente ser un desconocido antes de que se iniciara el torneo, comandó a los "azzurri" hasta semifinales. Luego de la anotación del “Totó”, Walter Zenga, arquero de la selección italiana, aumentaba el récord de meta invicta en un mundial, hasta que, finalmente, un cabezazo de Claudio Caniggia, le rompió la malla a Zenga, luego de 517 minutos sin goles en contra. El partido finalizó 1 a 1 para dar paso a la hora de Sergio Goycochea, quien demostró ante Italia, ser una vez más el elemento decisivo al contenerle penales a Donadoni y Serena. En este encuentro, el árbitro Michel Vautrot se olvidó del tiempo y añadió ocho minutos al final de la primera mitad de la prórroga.

El único oponente que fue capaz de plantar cara a la maquinaria germana fue, como tantas veces ha ocurrido, Inglaterra. Fue un partido jugado de poder a poder, con extremado sentido táctico y duelos inolvidables, como el de Klinsmann con Walker o el de Lineker con Kohler. El afortunado gol de Brehme fue contestado por el ex ariete del Barcelona a 10 minutos para el final y los inclementes penaltis dieron una vez más el pase a Alemania. Este es considerado como el mejor partido del mundial.

El choque por el tercer puesto encontró a los británicos harto cansados luego de tres partidos consecutivos jugados con alarge. Tal circunstancia la aprovechò, con apuros, el combinado itálico para conquistar la consolación 2 goles por 1.

En la final del Olímpico de Roma se encontraban los alemanes con Argentina quienes, contra todo pronóstico, optaban a revalidar su título. Esta final fue, sin duda, la más insípida que se había disputado hasta ese momento en toda la historia de los Mundiales. En ella se registró la primera expulsión en una final (2 en definitiva) y fue la primera ocasión en que uno de los dos rivales se quedaba sin marcar. No pudieron jugar por las sanciones importantes nombres como Giusti, Batista, Olarticoechea y Caniggia, clave en la semifinal.

Así, el Narigón dispuso una estrategia harto defensiva cediendo el balón a Alemania. Una patada absurda de Monzón a Klinsmann, que acarreó la inmediata y justa expulsión del argentino cambió el signo del partido. A partir de ese momento, el conjunto sudamericano se encerró en su área y puso toda su fe en los penaltis y en Goycoechea. Y la decisión del campeonato fue desde el punto fatídico, aunque no como esperaban los argentinos. Un supuesto agarrón de Sensini a Völler llevó a Brehme a los once metros, y frente a frente con Goyco, ajustó su disparo raso al poste, imposible para el golero. El gol definitivo. Con un solo tiro a puerta de los albicelestes contra 16 de los teutones, Alemania fue, justo campeón.

Este fue el Mundial con menor promedio de goles por partido de la historia de los Mundiales, 2,21. El italiano Salvatore Schillaci, debutando en la selección italiana en este torneo, marcó seis de los siete goles internacionales de su carrera y conquistó tanto la Bota como el Balón de Oro del campeonato.
Con demasiado fútbol defensivo y muchos partidos que se decidieron desde el punto de castigo, cayó el telón de la decepcionante la Copa Mundial de Italia 90.

viernes, 28 de mayo de 2010

México 1986. La explosión del pibe

La XIII Copa Mundial de Fútbol se efectuó en México, entre el 31 de mayo y el 29 de junio de 1986. Su calificación como sede, emergió oficialmente debido a la renuncia de Colombia, quien había obtenido, en el Congreso de Fráncfort en 1974, el derecho a organizar el torneo.

Según ciertas versiones, la renuncia fue forzada por la FIFA a instancias de uno de sus más importantes patrocinadores intuyendo que en Colombia no habría espacio para su negocio, escudándose en excusas como la inestabilidad política, la guerrilla y el narcotráfico.

Ante la presión, la FIFA envió una carta a la Confederación Colombiana exigiendo una serie de quiméricos requisitos para cumplir en el lapso de tiempo que quedaba para realizar el evento. El presidente neogranadino, Belisario Betancur, respondió: “Aquí no se cumplió con la regla de oro consistente en que el Mundial debería servir a Colombia y no Colombia a la multinacional del Mundial. Por esa razón, el Mundial de 1986 no se hará en nuestro país. Nuestras necesidades reales son otras. No hay tiempo para atender las extravagancias de la FIFA y sus socios”.

Tal como lo había anticipado Havelange, días después, 4 países se ofrecían como posibles sedes para el mundial del ´86: Brasil, México, Canadá y Estados Unidos. Se decidió por México, el cual contaba con los escenarios adecuados y tendría, al mantener la tácita rotación de sedes entre Europa y América Latina, el apoyo de Sudamérica. Así México se convirtió en el primer país en celebrar dos veces una Copa del Mundo.

El torneo estuvo seriamente en peligro debido a un pavoroso terremoto que registró 8.1 grados en la escala Richter que asoló el país en 1985 afectando especialmente la capital, aunque los estadios no se vieron deteriorados. Se trató de uno de los mayores sismos del siglo que causó la muerte de más de 10 mil vidas, 70 mil heridos y aproximadamente 30 mil personas se quedaron sin hogar. Se demandó una inversión de 2 mil millones de dólares para la reconstrucción.

Se jugó con el balón Adidas Azteca, que fue la primera pelota fabricada con materiales sintéticos, lo que aumentaba la impermeabilidad y la durabilidad, brindando mejor rendimiento en campos de juego duros, con mucha humedad y a grandes alturas.

La mascota, Pique, era un chile verde con la mano sobre una pelota. Y para fortalecer el estereotipo mexicano se le plantó un gran sombrero de charro y unos enormes bigotes.

En este torneo, la multinacional de la bebida gaseosa más conocida del mundo y patrocinadora del evento, instauró la moda de hacer la ola en las tribunas, la cual se ha establecido hoy en día como regla para la alegría y júbilo de los aficionados alrededor del mundo.

Al igual que en España 82, fueron 24 las selecciones que acudieron al torneo. Participaron 14 países europeos, 6 americanos, Marruecos, Corea del Sur, Irán y Argelia.

Para esta edición, el formato del torneo volvió a cambiar. Como en España, se dividieron 6 grupos de 4 equipos cada uno en una primera fase. La segunda ronda volvería al antiguo sistema de eliminación directa, pero en esta ocasión se agregarían los octavos de final debido al aumento de las selecciones participantes. Junto con el primero y el segundo de cada grupo, también clasificarían a esta etapa eliminatoria los cuatro mejores terceros.

Para la última jornada de la fase de grupos, se decidió que los dos partidos de cada grupo se jugasen al mismo tiempo. Esta decisión evadía las dudas sobre una posible anuencia con el resultado, tal como ocurrió en 1982 entre Austria y Alemania. En el 2º mundial de México, los jugadores no sólo tuvieron como rivales a los once deportistas contrarios, sino que tuvieron otros escollos que superar, como la altura, el calor y la hora de los partidos.

Los contratos de TV implicaban transmitir las imágenes de los partidos en directo a Europa en un horario que pudiera ser visible y vendible. El mediodía de México era el anochecer de Europa, por eso los jugadores se calcinaron bajo el sol recalcitrante del verano mexicano y a unos 2.200 metros de altura. Cuando Havelange se refería sobre el fútbol diciendo que era el negocio más rentable, estaba hablando en realidad de lo importante que es llevarse bien con TV.

Argentina clasificó sin mucho esfuerzo en el grupo A. Luego de vencer 3 a 1 a los violentos coreanos del Sur, 2 a 0 a Bulgaria y empatar a 1 con una alicaída selección italiana, la albiceleste ganó su grupo. Italia, fiel a su costumbre, logró su calificación aburriendo a millones de espectadores, apalancada con los goles de Alessandro Altobelli en cada uno de los partidos. Bulgaria clasificaría a pesar de no haber ganado ni un partido, gracias dos tristes empates.

México, de la mano del serbio Bora Milutinovic, acomodado en un accesible grupo B pudo pasar de ronda sin problemas. Además, mostró un juego ágil, aguerrido, por momentos convincente. Con sendos triunfos ante Bélgica e Irak por 2 a 1 y un empate con Paraguay un gol, el tri, con Larios, Aguirre, Negrete, Hugo y Sánchez, ofreció emotivos momentos a la afición local. A México le siguieron Paraguay y Bélgica.

La Unión Soviética de Oleg Blokhin y Francia clasificarían sin contrariedades ante unas débiles Hungría, que distaba del glorioso equipo de 1954 llevándose un bagage de 9 goles en su haber, y Canadá, que no estrenó el casillero goleador.

En tanto, el favorito de muchos, Brasil, ganaría todos sus partidos del grupo D. A España 1 a 0, a Argelia 1-0 y a Irlanda del Norte 3-0. Dirigidos por Tele Santana, los brasileños mostraron su típico juego, sin mucha marca a presión, rotación del balón, defensores convertidos en atacantes y delanteros más hábiles que infalibles. Era el equipo Branco, Julio Cesar, Careca, Alemao, Sócrates, Junior y Falcao.

La victoria por 2 a 1 que obtuvo España sobre Irlanda, fue enturbiada al conocerse la noticia de que el antidoping realizado al jugador ibérico Calderé resultó positivo. Sin embargo, al estudiar el caso, la FIFA multó a la Federación Española de Fútbol con 25 mil francos suizos y suspensión de una fecha al jugador, la cual se le retiró, debido a que el médico le había recetado unos antibióticos que contenían efedrina. En el siguiente partido de la selección hispana ante Argelia, Calderé marcó dos goles. España pasaría como segundo mientras argelinos e irlandeses regresarían sin gloria a casa.

En el grupo E Dinamarca clasificó con facilidad al dominar a sus tres rivales. Alemania calificaría con apuros a la 2ª ronda. Uruguay, a pesar de haber sido aplastado 6 a 1 por los daneses, pasaría como tercero gracias a dos empates. El charrúa José Batista, en el partido contra Escocia, fue expulsado a los 56 segundos de juego. Es la expulsión más rápida en la historia de los Mundiales.

El grupo F fue el más parejo de todos, aunque sin mostrar brillantez. Marruecos sería el menos malo de todos y sorprendería al liderar el grupo. Inglaterra y Polonia (con un solo gol en su cuenta) les seguirían, quedando en el camino la selección de Portugal.

Para los octavos de final se regresó al esquema de eliminación directa donde el equipo ganador debería vencer a los rivales para ir superando etapas.

Brasil pulverizó a Polonia 4 a 0 con un incondicional apoyo de la afición de Guadalajara y la Francia de un inspirado Platini logró superar en todo nivel 2 a 0 al campeón Italia y dejando fuera después a Brasil en un partido memorable, en el que los amazónicos tiraron dos veces al palo y desbordaron con frecuencia a los galos, quienes terminaron ganando gracias a la gran actuación de su portero, Joel Bats, al detener un penalti a Zico a 12 minutos del final. El pase a las semifinales se definió desde los 12 pasos, imponiéndose los franceses 4 por 3.

Por primera vez en su corta historia futbolística, el seleccionado de Marruecos accedió a octavos final, donde enfrentó a una Alemania Federal que triunfó por la mínima diferencia, con un gol agónico convertido por Lothar Matthaeus cuando sólo faltaban tres minutos para finalizar el cotejo.

En tanto México alcanzó los cuartos de final por 1ª vez en su historia. En el juego ante Bulgaria, Negrete, con una electrizante tijera marcó un tanto antológico que se recuerda con una estatua suya en el aire, construida a las puertas del estadio Azteca. Pero al anfitrión correspondió enfrentarse a Alemania, que expuso toda su experiencia para aguantar un empate que dio pasos a la definición por penales donde los charros terminarían regalando los balones a las tribunas.

La Argentina de Bilardo exponía un fútbol planificado hasta el mínimo detalle, con buenos jugadores, como Olarticoechea, Ruggeri, Burruchaga y Valdano, aunque solo Maradona mostraba libertad en sus movimientos y en el traslado del balón. El duelo contra un correoso Uruguay se decantó del lado albiceleste con solitaria anotación de Pasculli.
Inglaterra logró el pase 3 a 0 frente a Paraguay gracias a dos goles de Gary Lineker. Y se enfrentaría en un histórico partido a una tromba venida de las pampas con un Diego Armando que ese día estuvo tocado por los dioses.

Maradona anotaría mediante una de las jugadas más comentadas en la historia del fútbol mundial. Al disputar un balón en un salto con el portero inglés, el Diego empujaría el balón con el puño derecho y lo metería hacia la portería, bajo la inocente mirada del árbitro tunecino Ali Ben Nasser. Esta jugada se conocería como “la mano de Dios”. Tres minutos más tarde, el propio Maradona definiría ante Peter Shilton después de burlar y diseminar a todo el equipo inglés en un dribling poderoso y magistral partiendo desde su propio campo, convirtiendo así el que se considera el mejor gol de la historia de los mundiales.

A través de un arbitraje polémico Bélgica lograría su pase en el último minuto del tiempo extra ante la URSS 4 a 3, a pesar del “hat trick” de Igor Belanov.

Por último, la selección danesa comenzó ganando el partido contra su similar española por un tanto a cero cuando discurrían tan sólo 31 minutos del primer tiempo. Pero apareció la “furia” personificada en Emilio Butragueño quien endosó 4 goles al golero danés más un penal de Goiko. Fue un soplido de alegría y frustración para los guerreros escandinavos. Asimismo España, que venía provocando elogios luego de aquella goleada cayó en cuartos de final, en un partido que nadie parecía querer ganar en tiempo regular, cediendo por penales ante Bélgica.

72 horas más tarde, ya en semifinales, Argentina derrotaba a los belgas por dos a cero. Ambos tantos fueron convertidos por Diego Maradona, quien terminó quebrando la cintura al portero belga Jean-Marie Pfaff y clasificando expeditamente a la final.

Francia, cansada de su juego contra Brasil, se despidió de la competición en semifinales donde, como ya ocurriera cuatro años antes, sus sueños de gloria quedaron frustrados por un combinado alemán que llegó al encuentro más en forma aprovechando la destacadísima actuación del cancerbero Harald Schumacher y un tempranero gol de Andreas Brehme, sentenciando el cotejo Rudi Völler con un gol finalizando el partido.

Los vecinos franceses y belgas protagonizaron un vistoso partido para dirimir el tercer puesto del torneo manteniendo una igualdad a dos goles al finalizar los 90 minutos. Ya en la prórroga los francos sacaron a relucir su mayor temple y categoría para anotar en dos ocasiones y quedarse con el bronce compensatorio.

La final la disputaron Argentina y Alemania el 26 de junio en el Estadio Azteca ante la presencia de los 115.000 espectadores que abarrotaban el recinto.
Argentina ganaba 2-0 con goles de Brown y Valdano comenzando el 2º período. Pero los alemanes, que nunca bajan los brazos, igualaron 2-2 a los 80 minutos. Y cuando el alarge se cernía en el ambiente, Maradona cedió un preciso pase de 30 metros con el que Jorge Burruchaga anotó el tercer y definitorio gol. Los pamperos volvieron a levantar una Copa Mundial 8 años después.
Luego de ganar la Copa, los gladiadores argentinos retornaron a su país para celebrar el logro y el mismo presidente, Raúl Alfonsín, les cedió el balcón de la Casa Rosada para que festejaran.
Un inglés, Gary Lineker fue goleador con 6 tantos y cerca de dos millones 370 mil personas asistieron a los escenarios mexicanos en los 52 partidos haciendo honor al lema impuesto luego del terremoto: ¡México está de pie!

lunes, 24 de mayo de 2010

España 1982. Fútbol, espectáculo y emoción

La XII Copa Mundial de Fútbol tuvo lugar en España, entre el 13 de junio y el 11 de julio de 1982. Este fue el mundial disputado en un solo país con el mayor número de sedes (14) y de estadios (17).

El encargado de realizar el afiche de la Copa del Mundo de España ´82 fue el laureado artista plástico Joan Miró.

Para elegir la mascota distintiva del mundial de España, se presentaron más de 600 diseños, y el ganador fue “Naranjito”, una naranja vestida de futbolista.

Adidas repitió el modelo de pelota utilizado en Argentina 78. Ambas usaban como material el cuero, pero el Adidas Tango España traía costuras de poliuretano que reducían la absorción de agua en caso de lluvias.

Fue el primer mundial donde participaron equipos de los 5 continentes, aunado a que se elevó la asistencia de 16 a 24 selecciones. Con las nuevas reglas también cambiaba las reglas de clasificación: se otorgaron trece plazas a Europa, tres a Sudamérica, dos a América de Norte/ Central, dos a África y dos a Asia/Oceanía, además de las plazas del país organizador y del campeón defensor.

La subcampeona en 1974 y 1978, Holanda, no logró clasificarse. Los neerlandeses fueron eliminados por un impresionante combinado francés entrenado por Michel Hidalgo.

La ceremonia inaugural se celebró en el Camp Nou de Barcelona, donde más de 3.000 estudiantes de la ciudad formaron diversas imágenes en el campo, destacando una enorme paloma, símbolo de la paz.

Lógicamente, el torneo sufrió un cambio de formato debido a los nuevos países incluidos. En esta edición se dividió al torneo en tres fases: una primera ronda conformada por 6 grupos de 4 selecciones cada uno, donde los 2 primeros de cada grupo clasifican a la 2a fase.
Esta otra ronda se compuso por 4 grupos de 3 equipos, donde el 1o de cada uno pasa a una etapa de eliminación directa, compuesta por semifinal y final.
Exceptuando la goleada 5 a 1 de Polonia a Perú, todos los demás encuentros de aburrido grupo 1 finalizaron en empates, 3 a cero y dos a un tanto. Italia acompañó a los polacos por un ajustado y triste mejor promedio de goles sobre Camerún.

La Triple A del grupo 2 (Alemania Federal, Austria y Argelia) terminaron con dos victorias y una derrota cada uno. Mientras que Chile se iba en cero.

Argelia, una verdadera revelación en el debut ganó 2-1 a la propia Alemania y luego 3-2 a un apático seleccionado chileno. Debido a que los austríacos ganaron 2 a 0 a los africanos, el juego entre ellos y los germanos resultaría decisivo. Si Austria, ya clasificada a menos que recibieran una goleada, ganaban o empataban, los alemanes quedaban apeados a favor de los argelinos.
Vergonzosamente y ante la protesta de un público crítico y hostil, Hrubesch, a los 10 minutos, puso en ventaja a los teutones y a partir de ahí austriacos y germanos jugaron a la especulación matemática para no hacerse daño. Unos y otros se pasaron el balón sin ninguna jugada de riesgo por 80 minutos.

Argentina, Hungría y Bélgica llegaban como los tres colosos del competido grupo 3 junto al complementario El Salvador. Al final Bélgica quedo primero y Argentina segundo. En el partido de apertura del torneo Argentina se enfrentó a Bélgica, cayendo los defensores del título por 1 a 0 con gol de Vandenberg. El seleccionado argentino concurrió con la dirección técnica de César Luis Menotti y pocas variantes en relación al equipo de 1978, salvo el agregado de Ramón Díaz, Juan Barbas y Diego Maradona, los tres coronados campeones mundiales con la selección juvenil en 1979.

En este grupo se produjo la mayor goleada y uno de los partidos con mayor número de goles de la historia de los mundiales cuando Hungría aplastó a El Salvador 10 goles a 1. A pesar de ello los magyares no superaron la ronda al caer con los todavía campeones e igualar con los belgas.

Inglaterra, Francia y Checoslovaquia llegaban como los tres grandes del grupo 4 junto al debutante Kuwait. Cuando los británicos derrotaron a los galos por 3 a 1, Bryan Robson, a los 27 segundos del primer tiempo, anotó para Inglaterra el gol más rápido de la historia de la copa mundial.

La única asistencia de Kuwait en una Copa estuvo rubricada por un hecho insólito. Luego de empatar sorpresivamente frente a Checoslovaquia, se enfrentaron a Francia quien ganaba cómodamente el partido por 3 a 1 cuando a los 35 minutos del 2o tiempo Alain Giresse convierte el 4to gol galo. Entonces el jeque kuwaití Fahid Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, presidente de la federación de fútbol y del Comité Olímpico, además de ser hermano del jefe de estado kuwaití, invadió la cancha con sus guardaespaldas para protestar por el gol que le habían convertido a su nación, aduciendo que sus jugadores habían escuchado un silbato en la cancha. Luego de 10 minutos de discusión, donde el dirigente incluso llegó a amenazar al árbitro con una daga, se invalidó el gol y Fahid retornó a su asiento rodeado de policías. Finalmente el partido terminaría 4 a 1 a favor de los galos y se concretó la eliminación de Kuwait. Posteriormente, el árbitro que dirigió este encuentro, el soviético Miroslav Stupar, fue, una vez finalizado el Mundial, expulsado de la FIFA y el jaque recibió una multa de 25 mil francos suizos.

Inglaterra liderizó el grupo ganando sus 3 compromisos. Francia también clasificó en un apasionante empate frente a los centroeuropeos.

Un quinto grupo donde el aburrimiento acompañó las jornadas presentó al equipo anfitrión sin encontrarle la vuelta a su juego y terminó corriendo con bríos y ganas pero sin ideas. La España de Arconada, Camacho, Gordillo, Juanito y Zamora se fue apenas en intenciones. En una definición bastante dudosa donde los irlandeses vencieron a los íberos provocando la clasificación de ambos en detrimento de yugoslavos y hondureños.

Brasil impuso el juego que se le conoce y dominó el grupo 6 ganando a la URSS 2 a 1, a Escocia 4 a 1 y a Nueva Zelanda 4 a 0. Eran otra vez los favoritos. Soviéticos y escoceses despacharon a los oceánicos pasando los continentales por diferencia de goles.

La docena de clasificados se reagruparon en 4 tercias.

A la hora de dirimir el grupo A, los polacos fueron contundentes al vencer a Bélgica con 3 anotaciones de su principal referente Zbigniew Boniek, mientras que los soviéticos tuvieron poca precisión a la hora de hacer el gol y sólo le anidaron un tanto a los “diablos rojos”. Los dos vencedores igualaron a cero en el partido crucial, salvando el escollo los polacos.

Alemania hizo lo justo para dominar un grupo que prometía más emoción que la dispensada. Los germánicos aplacaron a la “Furia” española en el único cotejo del grupo B que hubo goles (2 a 1) y aguantaron estoicamente a los fogosos pero ineficaces ingleses.

El gran emparejamiento del campeonato donde tres campeones del mundo como Brasil, Argentina e Italia debían luchar a muerte para sobrevivir. Argentina, con un plantel que despertó elogios de todas partes no supo encontrar el deseo de ganar que había mostrado cuatro años antes y decepcionó a su fanaticada al no obtener ninguna ganancia de puntos en esta ronda.

Italia despertó en la segunda ronda. Pocas veces antes se vio algo similar. De aquel seleccionado criticado y abucheado de la primera rueda al equipo seguro y ganador de la segunda.

La creativa selección brasileña dirigida por Tele Santana, con estrellas de la talla de Leandro, Junior, Falcao, Sócrates, Dirceu, Eder y Zico cedió, en un sorprendente partido, ante una renovada squadra azzurri, en que Los continuos ataques verde amarelhos fueron ordenadamente contenidos y acabarían pasando amarga factura perdiendo por 3 a 2 un encuentro en el que Paolo Rossi se llenó de gracia al marcar los tres goles.

En el último emparejamiento, Francia encauzó su camino paseando a sus rivales, Irlanda y Austria, para avanzar sin trabas a semifinales.

Se hicieron dos llaves, Polonia contra Italia y Alemania Federal contra Francia. En la primera semifinal, Italia, de la mando de Paolo Rossi, demostró ser muy superior a Polonia, selección destinada a llegar a la entrada de una final pero nunca pasarla.

La otra semifinal fue totalmente distinta. La épica de Sevilla, con inolvidables instantes de gran emoción pero cruel en postrera instancia, se ha convertido en uno de los encuentros más notables de toda la historia y que los franceses lamentarán siempre.

Alemania Occidental, con un estilo estructurado, con Stieylke, Breitner, Littbarski, Fisher y Rummenigge se enfrentó, en jornada histórica, a la Francia de Amoros, Tresor, Girese, Platini y Tigana. Alemania se adelantó por medio de Littbarski, pero, poco después, Platini igualó el marcador para Francia, al transformar una pena máxima.

Un capítulo oscuro se cernió en este encuentro cuando el arquero alemán Harald Schumacher salió de su arco en busca de un balón bombeado hacia su área pero, en vez de rechazar la pelota, optó por bloquear al delantero francés Patrick Battiston, quién iba en busca del esférico para convertir el tanto. Tan fuerte fue el encontronazo que el delantero francés quedó inconsciente en el engramado. Sin que lo pudieran reanimar, lo sacaron con una conmoción cerebral y con dos dientes menos, reponiéndose varias horas después. El árbitro holandés Cover, ni siquiera pitó falta y el partido continuó.

Galos y teutones llevaron el duelo hasta período extra, luego de igualar a uno en los 90 minutos reglamentarios. Ya en tiempo de prórroga, "Les Bleus" vencían por 3 a 1, pero los alemanes no se rindieron, reordenaron la estrategia y marcaron otros dos goles para volver a igualar el partido.
En el primer partido que se definió por penales en la historia de los mundiales el arquero alemán fue fundamental en la victoria de su equipo al atajar 3 penaltis. Se sacudieron 12 penales y ganaron los germanos por 5 a 4. Alain Giresse fue el primero en convertir para Francia, el alemán Uli Stielike el primero en errar un disparo y el arquero galo, Ettori, el primero en atajar uno.

Polonia venció heroicamente a Francia 3 a 2 en un emocionante partido, rara vez visto en una definición del tercer puesto.

Y por fin la gran final, el 11 de Julio en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid, dos grandes del futbol, Alemania Federal e Italia pugnarían para conquistar la tan anhelada copa. El primer tiempo, tremendamente aburrido y donde Antonio Cabrini fue el primer futbolista en malograr un penal en una final del mundo, terminaría 0-0. Pero la segunda mitad daría un vuelco cuando, con goles de Paolo Rossi, Tardelli y Altobelli, Italia encauza la final a su favor, pero Alemania siguió batallando hasta la anotación de Breitner en el minuto 83. Con el silbato final del árbitro brasileño Arnaldo Coelho, Italia se convirtió en nuevo campeón del mundo por tercera vez.
Faena ilustre la de aquel conjunto conformado por Zoff, Gentile, Cabrini, Collovati, Bergomi, Scirea, Conti, Tardelli, Rossi, Graziani y Causio, con la dirección técnica de Enzo Bearzott. Dino Zoff, con 40 años y capitán de la selección italiana, recibió el trofeo de manos del rey Juan Carlos de España.
Por primera vez la FIFA decidió entregar el premio “Botín de Oro” al goleador del torneo y el “Balón de Oro” al mejor jugador. Ambos recayeron en Paolo Rossi, líder de goleo con 6 anotaciones, todas determinantes.

domingo, 23 de mayo de 2010

El Himno de la Champions

Durante 10 meses del año, a mitad de semana, los vellos se nos erizan cuando escuchamos la majestuosidad lírica y musical del Himno de la Champions, tanto en las promociones audiovisuales como al inicio de cualquier cotejo de la UEFA Champions League.

El cambio más significativo en la evolución de la Copa Europea de Campeones, cuyo origen data de 1955, tuvo lugar en la campaña 1992/93, cuando la nueva UEFA Champions League sustituyó las fases eliminatorias por una fase de grupos. Este formato dio lugar a un drástico crecimiento del torneo, que de ocho equipos participantes pasó a tener 32 los cuales disputan sus partidos los martes y miércoles a lo largo de toda Europa.

Para darle más emotividad y majestuosidad a la competición laAñadir imagen UEFA, en 1992, encargó al compositor británico Tony Britten para llevar a cabo la creación de un himno que lograra enmarcar la belleza, la fuerza y la grandeza de fútbol europeo. Para ello Britten escogió la obra compuesta en 1727 "Zadok the Priest" (“Zadok el sacerdote”) del compositor alemán Georg Friedrich Händel, escrita con motivo de la coronación del rey Jorge II de Gran Bretaña.

Una vez arreglada la composición original de Händel, el Himno de la Liga de Campeones de la UEFA, simplemente titulado de manera oficial como Champions League fue interpretada por la Royal Philharmonic Orchestra y el coro de la Academy of St. Martin in the Fields. La letra de la canción está escrita en los tres idiomas oficiales de la UEFA, inglés, alemán y francés.

El estribillo del himno, bastante reiterativo por cierto, suena antes del comienzo de cada partido de la Liga de Campeones, así como en las retransmisiones televisivas de los partidos y se utiliza en símbolo de paz y juego limpio dentro del campo. La letra es propiedad UEFA, ya que fue un pedido hecho al compositor, y no una creación por iniciativa propia. La duración de Champions League es de unos tres minutos, a lo largo de los cuales se escuchan las dos estrofas y el estribillo de que está formada la canción.

La letra del himno es la siguiente:

Ce sont les meilleurs équipes,
Sie sind die allerbesten Mannschaften
The main event
Die Meister, Die Besten, Les Grandes Equipes, The Champions

Une grande reunion
Eine grosse sportliche Veranstaltung
The main event

Ils sont les meilleurs
Sie sind die besten
These are the champions

Die Meister, Die Besten, Les Grandes Equipes, The Champions
Y su traducción en español:

“Estos son los mejores equipos
Lo mejor de lo mejor
El mayor evento

Los campeones, Los mejores, Los grandes equipos, ¡Los campeones!

Un gran evento
Un gran evento deportivo
El mayor evento

Son los mejores
Son los mejores
Estos son los campeones

Los campeones, Los mejores, Los grandes equipos, ¡Los campeones!

"Die Meister… Die Besten… Les grandes equipes… The Champions", los cuatro conceptos que lo resumen todo: los maestros, los mejores, los grandes equipos... los campeones. Los que llegan a la cumbre. Los que transfieren la pasión y la emoción del terreno de juego en su épica lucha por la victoria.

viernes, 21 de mayo de 2010

Argentina 1978. Emoción y Duda

Tras más de 48 años de esperanza, al fin Argentina fue distinguida para ser sede de la XI Copa Mundial en 1978, la cual se desarrolló entre el 1 y el 25 de junio de 1978, regresando así a Sudamérica desde 1962.

Sin embargo, la organización se vería afectada por el repudio mundial a la dictadura militar de Jorge Rafael Videla que se había implantado 2 años antes, y a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante ese período, haciendo que se hablara más de política que de fútbol. Videla usó el fútbol para ocultar la desaparición y genocidio de miles de argentinos.

La mascota representativa de este mundial fue “Gauchito”, que personificaba a un niño con sombrero de gaucho y una fusta en la mano. La pelota oficial sufrió un cambio revolucionario con la aparición de la Adidas Tango. Una vez más, la marca alemana creaba lo que se convertiría en un clásico del diseño futbolístico. Las veinte piezas con “tríadas” recreaban la ilusión óptica de que había 12 círculos análogos. Este balón se convirtió un clásico que iba a perdurar por 5 mundiales y contaba con mayor impermeabilización que los precedentes diseños.

Por primera vez el número de inscritos sobrepasó los cien. Entre las selecciones más importantes que no superaron la fase de clasificación estuvieron Uruguay, Inglaterra y Checoslovaquia. En este mundial se presentaron 16 equipos, diez europeos, cuatro americanos y 2 debutantes, Irán y Túnez. Se jugó con el mismo sistema de eliminación que en 1974: una ronda inicial con 4 grupos clasificatorios, donde los dos primeros de cada uno pasan a la segunda fase, en la que se definen los dos finalistas.

Se inauguró Argentina Televisora Color, un nuevo canal de televisión para transmitir el mundial a color a todo el mundo, con seis estudios en una superficie cubierta de casi tres hectáreas. Se gastaron 60 millones de dólares, pero en Argentina se vio el mundial en blanco y negro.

Quien no pudo participar del torneo fue Diego Armando Maradona debido a que César Luis Menotti pensaba que aun era muy inexperto para un torneo tan importante.

El grupo 1, uno de esos denominado “de la Muerte” juntó a 4 potencias mundiales del fútbol, Italia, Argentina y Francia y Hungría. Los galos reaparecían luego de 12 años fuera del tinglado mundialista cayendo ajustadamente ante los de casa y sus vecinos de la bota 2 a 1. Sólo vencieron a los húngaros quienes no lograron punto alguno. Italos y gauchos se enfrentaron venciendo sorpresivamente los europeos y obligando a los anfitriones a trasladarse hacia Rosario.

La superioridad de los europeos se impuso rotundamente en el segundo grupo al fútbol aun no desarrollado de Túnez y por mucho al que exhibían los aztecas, quienes hicieron historia al ser la primera selección en perder con un equipo africano en un mundial. Simplemente se tenía que determinar si teutones o polacos encabezarían el grupo. Polonia quedó primero cuando los tunecinos, en una de las más pasmosas sorpresas de esta competencia, empató sin tantos con los germanos.

Pasando al grupo 3, la Austria de Krankl terminó primera a pesar de caer por la mínima ante Brasil. Los españoles no pudieron contra los 10 austríacos enclavados en la portería y un delantero al contragolpe, y con el menor esfuerzo doblegaron a los suecos. España pudo haber eliminado a Brasil si Cardeñosa hubiera anotado un gol a puerta vacía donde lo más difícil era lanzarlo fuera. Falló y España se fue a casa con más pena que gloria, sólo ganando in extremis a una deslucida Suecia.

Increíblemente los peruanos terminaron primeros e invictos en el grupo 4, encima de los holandeses, que venían de ser subcampeones. Escocia se defendió hasta el final, incluso venció a los naranjas 3 a 2 en un encuentro muy entretenido, con buen fútbol y excelentes golazos, que se recuerda como uno de los partidos más emocionantes de aquel mundial. Irán sólo rellenó el grupo.

Para la siguiente fase se volvieron a agrupar, pasando el ganador directamente a la final, y el segundo por el tercer lugar.

Con un grupo netamente europeo (Holanda, Alemania, Italia y Austria), estos cuatro equipos fueron el auténtico grupo de la muerte de la historia de los mundiales. Los tulipanes, con un renovado poderío luego de un indigente pase en la fase inicial, abrieron con una soberana paliza 5 a 1 a los nativos del país del vals. En este juego, el holandés Resenbrick marcó, de penalti, el gol número 1.000 de la historia de los mundiales. Luego igualaron a 2 tantos con los germanos a pesar de ir por debajo en el marcador en dos ocasiones. Y se impusieron a los italianos 2 a 1 donde Brandts anotó un gol en ambas porterías. Los alemanes sorprendieron por no obtener victorias y ser humillados por los austríacos en su última fecha. El técnico alemán, Helmut Schön, ingresó en la historia del torneo al convertirse en el técnico que más partidos mundialistas ha dirigido, nada menos que 25 entre 1966 y 1978.

También por la segunda rueda, el seleccionado local venció a Polonia por 2 a 0, con goles de Kempes, mientras que Brasil goleaba 3 a 0 a Perú. Días después los polacos, con gol de Szarmach eliminaban a los incas y los gigantes latinoamericanos igualaban sin goles. Y llegó el 21 de junio de 1978, día que se recuerda casi más que el de la final. Se cambiaron los horarios para que Argentina conociera el resultado de Brasil y saber así por cuántos goles debía ganar. Los cariocas jugaron tres horas antes que los dueños de casa. Derrotaron a Polonia 3 a 1 y, de esta manera, la selección argentina debía lograr una victoria con 4 goles de diferencia contra Perú. El partido finalizó 6 a 0 a favor de argentina y así el conjunto brasileño quedó excluido del torneo y con grandes dudas para los espectadores del mundo entero, ya que los peruanos no ofrecieron resistencia alguna. Tanto fue así que los mismos jugadores fueron apedreados al llegar al aeropuerto de Lima. El portero de Perú, Quiroga, argentino de nacimiento, se convirtió en el centro de las miradas. Nunca se probó nada, pero muchos rumores hubo.

Nelinho y Dirceu neutralizaron el tanto inicial de Franco Causio para quedarse con el bronce consolatorio.

La gran final se jugó entre Holanda, ganadores del Grupo 1, otrora la Naranja Mecánica, quienes, a pesar de no jugar Cruyff, su principal exponente, demostró un gran nivel y Argentina, que clasificó ganando el Grupo 2, un equipo rocoso, fortalecido por una táctica defensiva incrementada por la introducción de un tercer central, aunque deslucida por las dudas en su clasificación.


En el Monumental de River, ambos conjuntos depararon un partido vibrante. "El Matador" Kempes anotó, en el tiempo inicial, el primer gol por parte de la albiceleste, quienes dominarían una buena parte del juego. Pero al minuto 82, Dick Nanninga anotó, de soberbio cabezazo, el empate que llevaría a la prórroga, aunque Robby Resenbrink, en un mano a mano con el arquero argentino, estrelló el esférico en un poste segundos antes de culminar los 90 reglamentarios. Ya en el tiempo extra, de nuevo Kempes sacudió un tiro fulminante a un lado del portero neerlandés elevando el 2-1 y Daniel Bertoni, al minuto 116, descartó toda posibilidad holandesa de ganar y disparó la euforia de los miles de asistentes que abarrotaron el recinto deportivo.

Los holandeses se negaron a recoger su trofeo como subcampeones y saludar a los líderes de la dictadura en rechazo a los desmanes y violaciones de los derechos humanos por parte del régimen de facto del país sureño.

“El Matador”, Mario Alberto Kempes jugó más de centrocampista que de delantero, pero eso no le impidió ser el máximo goleador del torneo con seis tantos, por encima del peruano Cubillas y del holandés Resenbrink.