viernes, 30 de julio de 2010

Porqué la Vinotinto no llegará a Brasil 2014

Ojalá me equivoque, pero soy de los que piensan que Venezuela no llegará a clasificarse a la fase final del próximo mundial de fútbol a realizarse en la vecina Brasil dentro de cuatro años. No es por desapasionamiento, decepción o pesimismo, al contrario, soy seguidor de los colores nacionales. Pero hay varios factores que me hacen discernir que las posibilidades de la vinotinto son mínimas y que, si se logra el tan ansiado pase, sería más por demérito de los rivales y no se haría justicia a la deficiente gestión histórica y actual del balompié nacional.

Es bien cierto que el nivel técnico de la selección se ha elevado considerablemente desde la dirección del finado José Omar Pastoriza, pasando por las de Richard Páez y la actual de César Farías. Pero estamos dependiendo de un limitado grupo de jugadores (algunos ya militan con diverso éxito en otras tierras) donde se dificulta el recambio y la renovación.

El principal problema de nuestro fútbol lo encontramos en lo más básico: la liga nacional. Con un fútbol que dista mucho de ser desarrollado pero con un enorme potencial, una primera división con 18 equipos es una locura a nivel deportivo (económicamente es otro cantar). Con pocos jugadores locales de primer orden y las escasas posibilidades de contratar extranjeros de calidad, éstos se diluyen entre tantos equipos haciendo que no se puedan juntar entre sí para formar vínculos entre ellos y formando sistemas de juego bien definidos y cohesionados.

A la vista está el hecho de la dificultad de muchos equipos para finalizar un torneo por las carencias en sus ingresos económicos lo que hace que la rotación de jugadores sea demasiado frecuente y contados conjuntos logren mantener una base estable. Esto redunda en que el torneo local sea muy mediocre y poco atrayente para la afición.

Lamentablemente, más equipos implican mayor aporte económico para las arcas de la Federación en detrimento del espectáculo y este en un asunto sumamente difícil de cambiar, pero puede ser factible la inserción innovadora de nuevas fórmulas de financiamiento imitando y adaptando ejemplos e historias de exitosos torneos en otras regiones del mundo.
Teniendo en cuenta lo anterior, considero que lo ideal sería una liga de 8 equipos (máximo 10). Así cada conjunto podría reunir a tres o cuatro jugadores de categoría aumentando la calidad del juego, tanto a nivel individual como en sistemas tácticos. Estos cambios atraerían al público y a los patrocinadores elevando su solvencia financiera y accediendo con mayor capacidad a los mercados internacionales de fichajes en aras de mejorar la calidad del entretenimiento.
Adicionalmente, las autoridades de la disciplina deberían obligar a los participantes en las divisiones mayores a mantener canteras de jóvenes que puedan formarse y desarrollarse con orden y planificación.

También se debe estudiar el aspecto de la dirección técnica, ya que tanto Páez como Farías son excelentes seleccionadores, pero el nivel requerido parece sobrepasar sus habilidades e intenciones y corresponde examinar la adición de técnicos foráneos con experiencia para superar el listón actual.


En resumen, es necesario efectuar una profunda reconsideración del fútbol organizado a nivel nacional, comenzando por la estructura federativa, reduciendo a la brevedad el número de equipos en la primera división e incentivando la creación y proliferación de granjas para jóvenes valores en el seno de los propios conjuntos profesionales y buscando el aporte de entes locales y foráneos de mayor experiencia que incentiven la pasión y el apego al fútbol, ya sea por medio del asentamiento de escuelas respaldadas por grandes equipos, por patrocinio monetario o por aporte de jugadores y técnicos con experiencia, renombre y calidad.

De esta manera, quizás para el 2018 ó 2022 la oportunidad de ver y ligar a nuestra Vinotinto en la mayor cita mundial del fútbol no sea una utopía.

martes, 20 de julio de 2010

Vicente Del Bosque. La Esencia de “la Roja”

El mayor logro del balompié español de la era moderna había sido la conquista de la Eurocopa de Naciones de 2008 al vencer a Alemania por la mínima diferencia. Ese grandioso logro prácticamente ha sido borrado de un plumazo con la gallarda conquista del Campeonato Mundial de la FIFA 2010 hace apenas unos días. La selección mantuvo la misma base de aquél certamen pero con una notable diferencia: tenía un nuevo seleccionador.

Vicente Del Bosque fue el sucesor de Luis Aragonés quien le dejó muy alto el listón en la selección española de mayores. Había igualado el máximo éxito en la disciplina tras la Eurocopa de 1964. La obtención del máximo trofeo indica el buen momento del fútbol hispano y que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no se equivocó al encomendar tamaña empresa a un hombre totalmente opuesto a su predecesor.
Ante el carácter abierto, espontáneo, demasiado franco en sus declaraciones la RFEF apostó por un individuo bonachón, tranquilo, sin tintes mediáticos lo que trajo gran cantidad de dudas y debates en el entorno periodístico, tanto español como internacional. ¿Podría el taciturno Del Bosque hacerse cargo de una generación brillante con las ínfulas de conocer la victoria y encarar una eliminatoria a la Copa del Mundo con el rol de favorito?
No sólo pudo encargarse de tamaña empresa, sino que tuvo la sencillez visionaria de mantener el mismo estilo de Aragonés y mejorar su estilo de juego engranando lo más sobresaliente de las habilidades del enorme contingente de jugadores españoles que ha dado esta generación. Fuerza, destreza, velocidad agilidad, inteligencia, paciencia, marca y definición se unieron como una aceitada maquinaria para que España alcanzara su primera estrella en 80 años de historia de la Copa Mundial.

Pero, ¿quién es ese tranquilo señor con poblado bigote y pacientes aires de tranquilidad y entereza que logró consagrar el equilibrio necesario a casi una cincuentena de jugadores convocados desde el inicio de las eliminatorias hace ya casi 2 años?

Don Vicente Del Bosque González fue un gran jugador del medio campo, posición en la cual apareció 441 ocasiones de manera profesional, 335 en encuentros oficiales y 106 en amistosos. Nacido en la señorial ciudad de Salamanca el 23 de diciembre de 1950, debutó en el filial de la UD Salamanca, el Salmantino, siendo líder goleador con sólo 17 años. En 1968 llega al Real Madrid donde se incorpora en el equipo juvenil. Para la campaña 1970-71 está listo para subir al 1er equipo pero es cedido al Castellón de 2a división para que gane experiencia. En esa etapa se lesiona de cuidado y debe operarse el menisco de su rodilla y luego la clavícula. Recuperado de sus lesiones, recala el año siguiente en el Córdoba y en el 72 vuelve al Castellón colaborando de manera excepcional en el ascenso del equipo de La Plana a la División de Honor.

Su gran actuación hace que el Real Madrid lo reincorpore al conjunto grande junto a una pléyade de estrellas de la época como Miguel Ángel, Benito, Camacho, Pirri, Amancio, Velázquez, Netzer, Stielike, Santillana, etc., y durante 11 años mantuvo una excepcional carrera con el equipo blanco con el que obtuvo 5 Ligas, 4 Copas de España y gran cantidad de prestigiosos torneos. Fue 22 veces internacional, 18 con la selección absoluta, incluyendo la Eurocopa de 1980.


Vicente Del Bosque tenía una particular vocación ofensiva desde sus primeros pasos en la disciplina, por lo que ocupaba posiciones del medio campo hacia delante. Pero su excelente físico y su singular visión del juego hicieron que sus técnicos lo fueran retrasando en su posición hasta ocupar el importante rol de organizador de juego en el campo. A pesar de ello, anotó 37 goles, entre los cuales 14 fueron en Liga, 7 en Copa y 1 con la selección. Su retiro se hizo efectivo el 30 de junio de 1984 ante el avance de una de las mejores generaciones que cantera alguna haya surgido en el fútbol español, la llamada “quinta del buitre” de Butragueño, Míchel, Pardeza, Sanchís y Martín Vásquez.

Pero su futuro seguiría ligado al balompié y al Real Madrid. Tras su brillante carrera como jugador, incursiona como técnico y el equipo merengue lo incorpora de inmediato como 2º entrenador del Castilla. Continúa su formación dirigiendo a los alevines y juveniles para que, en 1987, se haga cargo del Castilla como técnico principal. En 1990 lo nombran Coordinador General de las categorías inferiores del Real Madrid.

En marzo de 1994 es llamado para sustituir a Benito Floro en las riendas de un Real Madrid bastante maltrecho. Gana en su debut 5 a 2 al Rayo Vallecano pero finaliza la zafra con 5 victorias, un empate y 5 derrotas. Al finalizar la temporada volvió a su labor con la cantera para dar paso a Valdano. Año y medio más tarde sustituye en 2 juegos al argentino con sendas victorias, 0 a 5 al Athletic de Bilbao y 2 a 3 al Real Oviedo. Arsenio Iglesias toma el mando del club y luego John B. Toshack quien es destituido en 1999 y Vicente se encarga del equipo por 3ª vez. Entonces el club lo ratifica al finalizar la temporada.

En su 1ª temporada completa Del Bosque transporta al equipo a un sinfín de éxitos. Gana la Liga y la 8ª Copa de Europa al dominar 3 a 0 al Valencia en París. Más adelante repite Liga y Copa de Europa al Bayern Leverkusen 2 a 1 y, además, obtiene la Copa Intercontinental, la Supercopa de Europa y una Supercopa española. Total, 7 grandes trofeos en sólo 3 años. Con todos esos triunfos y en lo más alto de su proyección como entrenador, el Real Madrid no le renueva el contrato y, en junio de 2003, sale del club de sus amores prácticamente por la puerta de atrás.

El Besiktas de Turquía lo contrata para la temporada 2004-05 pero no cumple con las expectativas del equipo y no regresa para la siguiente zafra. De regreso a su patria, actuó como comentarista invitado en partidos nacionales para varios medios, usualmente en TELE 5. Por unos meses, en 2007, tomó parte en la gerencia técnica del Cadiz CF.

En Julio de 2008, luego de que el combinado español lograra su mayor logro histórico hasta la fecha cuando ganó brillantemente la Eurocopa de Naciones, Vicente Del Bosque es nombrado el 50º seleccionador en la historia del fútbol español. Toma, pues, el mando de una España triunfal.

La sabiduría popular indica que no debe cambiarse lo que ya funciona y, a diferencia de otros técnicos que intentan imponer propios estilos, Del Bosque mantuvo el sistema de juego heredado por Aragonés que tanto laurel había obtenido. Pero su inserción trajo otro tipo de variante. Pasó del hombre polémico y temperamental al amigo estudioso, tranquilo y paciente. Conocedor de los secretos del fútbol y sabedor que en sus manos posee, quizás, la generación más prolífica de la historia del deporte en España, ha sostenido el vestuario en un clima laxo y sereno, valorando el ambiente de camaradería y cohesión y explotando sutilmente los sobresalientes talentos técnicos de sus pupilos para así exaltar al máximo el rendimiento del equipo.

Don Vicente Del Bosque continuó con la progresión de los campeones europeos embutiendo jóvenes valores que venían pisando fuerte por hacerse espacios en el equipo nacional engranando así un conjunto que arrasó en las eliminatorias mundialistas al obtener pleno en 10 encuentros disputados y llegando como gran favorito al Mundial de Sudáfrica 2010.

La calma del técnico salmantino conservó la cordura de un equipo que perdió el primer partido del Mundial y continuó su transitar en el torneo sin variar su típico sistema de juego ofensivo al toque y mantenimiento del balón. Haciendo ligeros cambios, ya fuera por razones técnicas u obligado por molestias físicas, “la Roja” fue sorteando difíciles encuentros hasta encumbrarse en lo más alto del podio futbolístico mundial al ganar una ajustada final ante un duro conjunto holandés por un gol a cero en tiempo de prórroga.
Pero lo mejor acerca de la personalidad de “el bigotón” vino después de la victoria. Haciéndose a un lado en las celebraciones y ante las luces de los medios, cedió el protagonismo a los jugadores, exaltándolos como un equipo que está para engrosar mayores laureles a los ya obtenidos para su país.
El otrora execrado técnico del equipo de su corazón y maltratado al iniciar su andar en el equipo nacional, hoy es centro de homenajes e invitaciones en España y fuera de sus fronteras. El próximamente “Hijo Predilecto de Salamanca” es hoy en día ejemplo y orgullo de España.
Don Vicente Del Bosque

lunes, 12 de julio de 2010

Sudáfrica 2010. La Estrella de España

Ha caído el telón de la XIX Copa Mundial de Fútbol de la FIFA. Desde aquel lejano 2007 cuando se abrieron los fuegos entre Tahití y Nueva Caledonia, se han jugado cientos de encuentros y anotado miles de goles para que al final el mejor levantara la copa dorada. Un planeta en expectación se mantuvo en vilo durante un mes exacerbándose las pasiones en torno al Jabulani. Hoy el protagonista fue el abrillantado Jo´bulani, especialmente diseñado para ser utilizado en la final.

Los sueños de dos países futbolísticos en esencia, con los que este deporte tenía una deuda de reconocimiento, se enfrentaron esta noche del 11 de julio en el Soccer City de Johannesburgo. Dos historias, dos estilos, dos naciones impulsados por el aliento de millones de almas pintadas o vestidas de rojo o naranja.




Con el sordo sonido de las vuvucelas como fondo y el buen sabor de una sencilla pero excelente ceremonia de clausura donde Shakira, con su Waka-Waka, y Nelson Mandela, con su sempiterna sonrisa, fueron las fulgurantes estrellas, se dio inicio al sexagésimo cuarto cotejo del torneo, la Gran Final. Holanda y España salieron al engramado con el ímpetu que les obligaba la histórica ocasión. Ambos equipos arrancaron la jornada con un ritmo trepidante. A los 5´, Sergio Ramos cabeceó para que Stekelenburg realizara su 1ª intervención. El desplazamiento español tenía que ser detenido con rudeza por los marcadores naranjas. Holanda equilibra el dominio a partir del minuto 15 cuando cierra la marca sobre Xavi e Iniesta colocando hasta 3 jugadores cortando su accionar. Varias veces Van Bommel mete el pie con dureza y se salva ¿milagrosamente? de una tarjeta. Cerca de la media hora, el árbitro perdona una tarjeta roja a De Jong por una brutal patada, digna de las artes marciales, sobre el pecho de Xavi Alonso. De allí hasta el descanso el planteamiento neerlandés fue el de romper el juego contrario y aprovechar la habilidad y velocidad de Arjen Robben para atacar al contragolpe. España trataba de imponer el tiki-taka. Pero ambas defensas dominaban las situaciones de peligro. Ya casi en camino a los vestuarios, el peligroso Robben se saca un remate rastrero a la base del poste que Iker solventa con una oportuna estirada.
La etapa de complemento se inició con una España con más ganas. Capdevila se traga un inmejorable balón en bandeja al desviar Puyol un tiro de esquina. Poco después surgió la polémica cuando Van Bommel desplaza a Alonso dentro del área. Casi en el cuarto de hora Robben sirve una falta que no encuentra rematador en una clara ocasión de gol. El mismo jugador, en el 62´, se libra del fuera de juego y encara a Casillas quien le achica el ángulo y desvía la pelota con el pie en la mejor oportunidad de gol hasta entonces. Ramos cabecea por arriba del larguero cuando se había quedado totalmente desmarcado. El partido está pleno de ocasiones para cualquier bando. Un pase vertical en tiralíneas de Sneijder hace que Robben gane la carrera y el agarrón a Puyol pero se encuentra con el bloqueo del portero. Elia entra por Holanda y Navas y Cesc por España para refrescar líneas. Con el juego trabado finalizan los 90´.
La prórroga empieza con cautela, lo que se convierte en aumento de fuertes acciones defensivas. Una escapada de Cesc en un 2 contra 1 junto a Villa finaliza estrellándose con Stekelemburg cuando el guaje estaba en mejor posición para definir. Ya en la 2ª parte de la prórroga, Torres entra por un cansado Villa y Heitinga es expulsado al ver su 2º cartón amarillo por fuerte entrada a Iniesta. Robben continua una jugada cuando se había sancionado fuera de lugar y Webb le perdona la tarjeta que correspondía por reglamento y conllevaba a la expulsión. Torres, en su único aporte importante del su presentación, cede en el 116´ un pase a Fábregas en el área y éste se revuelve y entrega a Iniesta quien controla con sutileza y lanza un misil cruzado de media volea que no puede detener el arquero tulipán. La apoteosis se hace sentir en el Soccer City y delante de millones de pantallas televisivas alrededor del mundo. Un premio justo a la paciencia y al buen juego. Los últimos instantes del cotejo fueron de afanoso asedio holandés donde los defensas hispanos se tenían que multiplicar para achicar balones dentro del área. Cuando el juez hizo sonar el silbato se mezcló la alegría con la tristeza, los gritos con las lágrimas. Es la ley del Mundial. El fútbol tiene un nuevo campeón: ESPAÑA.
Triste el desempeño del inglés Howard Webb quien cometió muchos errores en el uso de las tarjetas. Perdonó varias expulsiones tempranas que podían haber cambiado el transcurrir del encuentro. En cambio los asistentes estuvieron muy finos con la apreciación de las posiciones adelantadas.

Los dirigidos por el taciturno Vicente Del Bosque fueron fieles a su estilo, aunque este día le tocó exprimir más de la cuenta todas sus habilidades, tanto de creación como defensivas. Mientras tanto, Holanda traicionó el suyo en pos de destruir el quehacer del contrincante. Los Cruyff, Krol Neeskens, Rep, Gullit, Van Basten, entre otros, deben estar abatidos al ver a su otrora naranja mecánica dando un espectáculo tan poco digno de su historia.

Con pleno merecimiento España ha abierto un nicho en el interior del Olimpo balompédico universal. Salud, Campeones… el mundo les venera.