lunes, 12 de julio de 2010

Sudáfrica 2010. La Estrella de España

Ha caído el telón de la XIX Copa Mundial de Fútbol de la FIFA. Desde aquel lejano 2007 cuando se abrieron los fuegos entre Tahití y Nueva Caledonia, se han jugado cientos de encuentros y anotado miles de goles para que al final el mejor levantara la copa dorada. Un planeta en expectación se mantuvo en vilo durante un mes exacerbándose las pasiones en torno al Jabulani. Hoy el protagonista fue el abrillantado Jo´bulani, especialmente diseñado para ser utilizado en la final.

Los sueños de dos países futbolísticos en esencia, con los que este deporte tenía una deuda de reconocimiento, se enfrentaron esta noche del 11 de julio en el Soccer City de Johannesburgo. Dos historias, dos estilos, dos naciones impulsados por el aliento de millones de almas pintadas o vestidas de rojo o naranja.




Con el sordo sonido de las vuvucelas como fondo y el buen sabor de una sencilla pero excelente ceremonia de clausura donde Shakira, con su Waka-Waka, y Nelson Mandela, con su sempiterna sonrisa, fueron las fulgurantes estrellas, se dio inicio al sexagésimo cuarto cotejo del torneo, la Gran Final. Holanda y España salieron al engramado con el ímpetu que les obligaba la histórica ocasión. Ambos equipos arrancaron la jornada con un ritmo trepidante. A los 5´, Sergio Ramos cabeceó para que Stekelenburg realizara su 1ª intervención. El desplazamiento español tenía que ser detenido con rudeza por los marcadores naranjas. Holanda equilibra el dominio a partir del minuto 15 cuando cierra la marca sobre Xavi e Iniesta colocando hasta 3 jugadores cortando su accionar. Varias veces Van Bommel mete el pie con dureza y se salva ¿milagrosamente? de una tarjeta. Cerca de la media hora, el árbitro perdona una tarjeta roja a De Jong por una brutal patada, digna de las artes marciales, sobre el pecho de Xavi Alonso. De allí hasta el descanso el planteamiento neerlandés fue el de romper el juego contrario y aprovechar la habilidad y velocidad de Arjen Robben para atacar al contragolpe. España trataba de imponer el tiki-taka. Pero ambas defensas dominaban las situaciones de peligro. Ya casi en camino a los vestuarios, el peligroso Robben se saca un remate rastrero a la base del poste que Iker solventa con una oportuna estirada.
La etapa de complemento se inició con una España con más ganas. Capdevila se traga un inmejorable balón en bandeja al desviar Puyol un tiro de esquina. Poco después surgió la polémica cuando Van Bommel desplaza a Alonso dentro del área. Casi en el cuarto de hora Robben sirve una falta que no encuentra rematador en una clara ocasión de gol. El mismo jugador, en el 62´, se libra del fuera de juego y encara a Casillas quien le achica el ángulo y desvía la pelota con el pie en la mejor oportunidad de gol hasta entonces. Ramos cabecea por arriba del larguero cuando se había quedado totalmente desmarcado. El partido está pleno de ocasiones para cualquier bando. Un pase vertical en tiralíneas de Sneijder hace que Robben gane la carrera y el agarrón a Puyol pero se encuentra con el bloqueo del portero. Elia entra por Holanda y Navas y Cesc por España para refrescar líneas. Con el juego trabado finalizan los 90´.
La prórroga empieza con cautela, lo que se convierte en aumento de fuertes acciones defensivas. Una escapada de Cesc en un 2 contra 1 junto a Villa finaliza estrellándose con Stekelemburg cuando el guaje estaba en mejor posición para definir. Ya en la 2ª parte de la prórroga, Torres entra por un cansado Villa y Heitinga es expulsado al ver su 2º cartón amarillo por fuerte entrada a Iniesta. Robben continua una jugada cuando se había sancionado fuera de lugar y Webb le perdona la tarjeta que correspondía por reglamento y conllevaba a la expulsión. Torres, en su único aporte importante del su presentación, cede en el 116´ un pase a Fábregas en el área y éste se revuelve y entrega a Iniesta quien controla con sutileza y lanza un misil cruzado de media volea que no puede detener el arquero tulipán. La apoteosis se hace sentir en el Soccer City y delante de millones de pantallas televisivas alrededor del mundo. Un premio justo a la paciencia y al buen juego. Los últimos instantes del cotejo fueron de afanoso asedio holandés donde los defensas hispanos se tenían que multiplicar para achicar balones dentro del área. Cuando el juez hizo sonar el silbato se mezcló la alegría con la tristeza, los gritos con las lágrimas. Es la ley del Mundial. El fútbol tiene un nuevo campeón: ESPAÑA.
Triste el desempeño del inglés Howard Webb quien cometió muchos errores en el uso de las tarjetas. Perdonó varias expulsiones tempranas que podían haber cambiado el transcurrir del encuentro. En cambio los asistentes estuvieron muy finos con la apreciación de las posiciones adelantadas.

Los dirigidos por el taciturno Vicente Del Bosque fueron fieles a su estilo, aunque este día le tocó exprimir más de la cuenta todas sus habilidades, tanto de creación como defensivas. Mientras tanto, Holanda traicionó el suyo en pos de destruir el quehacer del contrincante. Los Cruyff, Krol Neeskens, Rep, Gullit, Van Basten, entre otros, deben estar abatidos al ver a su otrora naranja mecánica dando un espectáculo tan poco digno de su historia.

Con pleno merecimiento España ha abierto un nicho en el interior del Olimpo balompédico universal. Salud, Campeones… el mundo les venera.

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