viernes, 27 de mayo de 2011

Roland Garrós: el héroe olvidado









Cada primavera, desde 1890 en su versión masculina y 1901 en la rama de las féminas, la ciudad de París tiene su gran cita deportiva con el Abierto de Francia. Este torneo de tenis, segundo del Grand Slam, se realiza desde fines de mayo hasta comienzo de junio y es popularmente conocido, al igual que el estadio que lo alberga, como Roland Garros.


Eugène Adrian Roland Georges Garros, el hombre que da nombre a la más prestigiosa liza sobre tierra batida, nació el 6 de Octubre de 1888 en Saint Denis, Isla Reunión (al este de Madagascar, en el Océano Indico). Su padre era abogado y llegó a ser consejero del Canciller General francés.


Roland es enviado a París a estudiar en el Colegio Stanislas de Cannes. A graduarse de bachiller empezó a trabajar en automóviles Grégoire donde llegó a ser agente general. Su contacto con el deporte no pasó de ser un aficionado a la bicicleta y al tenis. Su deseo era estudiar música y convertirse en concertista de piano. Pero una visita al show aéreo en Reims de 1909 lo tornó en un apasionado de la incipiente aviación. En esos días conoce a Alberto Santos Dumont, quien lo instruye en el tema de la aviación, alimentando su naciente vocación por los aviones.


Al poco se convirtió en un piloto de exhibición. Piloteando un monoplano Morane Saulnier obtiene el segundo lugar en la carrera París-Roma en 1911. También participa en el circuito europeo sobre 1.710 Km. en once etapas, obteniendo varias veces marcas mundiales de altitud (llegó a alcanzar los 4.250 metros de altura).


Para su orgullo, el 23 de septiembre de 1913 se convierte primer piloto en atravesar el mar Mediterráneo, volando 730 km. en su Morane Saulnier, 500 de los cuales están sobre el mar, empleando para ello, entre Saint Raphaël y Bizerta, siete horas y 53 minutos, incluso a pesar de tener graves problemas con el motor de su avión y de quedarse prácticamente sin combustible, le quedaban 5 litros de gasolina cuando aterrizó en Bizerta (Túnez).


En aquella época los aviadores eran los nuevos pioneros y eran recibidos al término de sus viajes por cientos de curiosos que se reunían asombrados ante el héroe y la máquina que lograban nuevas epopeyas. Lamentablemente, la hora de los triunfos deportivos de aquel tenista aficionado llegó a su fin, así como la de miles de otros soñadores. Comenzaba la 1ª Guerra Mundial.


En 1914, al iniciarse las hostilidades con Alemania y el Imperio Austro-Húngaro se encontraba enseñando vuelo a aviadores germanos, pero se escabulle clandestinamente por Suiza en un vuelo nocturno y se enrola en el Ejército Francés. Obviamente, lo destinan al cuerpo aéreo, ingresando en la famosa escuadrilla “las Cigüeñas”, siendo de sus primeros pilotos.


Estas primeras eras, la aviación militar eran muy caballerescas y románticas, los pilotos solían saludarse si se encontraban con un avión rival dada la falta de armas ofensivas. Sin embargo, ya a los meses, algunos pilotos cargaban pistolas o rifles para atacar al adversario, acción enormemente complicada.


Tomando en cuenta esta dificultad, Garros decidió apostar una ametralladora Hotchkiss sobre el capó de su avión para que disparase a través de la hélice. Pero para evitar dañarla diseñó, junto al ingeniero Saulnier, chapas deflectoras de acero en la hélice. Así, los proyectiles que impactaban en la hélice se desviarían – ya que no se sincronizaban con el paso de las aspas - y no le causaban daño, mientras que los que sí pasaban apuntaban al enemigo. Así, Garros se convierte en el primer piloto de caza del mundo.


Al poco tiempo ya se le confirmaban 3 aviones derribados (otras fuentes hablan de al menos 5, por eso fue el primer AS de la aviación, término usado por un diario estadounidense que señaló que con sus 5 derribos Garros era un AS). El vocablo gustó y se sigue usando hasta hoy.


En uno de los combates fue alcanzado por un disparo antiaéreo alemán y aterrizó de emergencia planeando detrás de las líneas alemanas. Garrós, viéndose acorralado, intentó incendiar su Morane, pero lo evitaron los soldados alemanes, tomándolo prisionero. El monoplano se le envió al genio alemán de la ingeniería aeronáutica Antón Fokker quien logró sincronizar el disparo de las ametralladoras con el paso de las palas de la hélice mediante un sistema de interruptor y sincronización. Así comenzó supremacía de los Fokker sobre las aeronaves aliadas.


Garros fue enviado a un campo de prisioneros alemán, siendo ascendido a teniente en cautiverio. Intentó 3 escapes, hasta que finalmente se fuga con éxito ataviado de soldado alemán, retornando en agosto al combate como héroe en las famosas Cigüeñas.


El 2 de Octubre de 1918, Roland Garros derriba con un Spad XIII a dos Fokker D7. Tres días más tarde (un día antes de su cumpleaños y a un mes de que finalizara la guerra), Garros se enfrenta solo a 7 aviones alemanes, sobre Ardennes, cerca de Vouzierz siendo derribado y falleciendo en el combate. En la villa Saint Morel, adyacente al lugar de su deceso, se erigió un monumento en su honor donde descansan sus restos.


Un año después, el centro de tenis donde se jugó la eliminatoria de la Copa Davis de ese año, fue nombrado en su homenaje Stade de Roland Garros, el cuál, en definitiva, sería la sede oficial del Abierto Francés de Tenis, rindiendo homenaje al valiente piloto que alguna vez quiso ser músico.

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