197 equipos de las 204 federaciones miembros de FIFA participaron en las rondas clasificatorias, marcando un nuevo récord histórico. De los 32 equipos, 8 debutaron en una fase final.
Por primera vez, la selección que defendía el título, Brasil, debió participar en el proceso clasificatorio. Alemania mantuvo su derecho a participar como país sede. Los 31 cupos restantes se repartieron entre las 6 confederaciones internacionales que realizaron distintos torneos clasificatorios.
Alemania aportó 12 sedes. Algunos estadios se sometieron a arreglos menores, pero la mayoría debieron restaurarse por completo. Algunos se construyeron especialmente para la ocasión.
El balón oficial es el Teamgeist ("espíritu de equipo"). Una pelota totalmente nueva, armada sobre un especie de corsé que hace de soporte a unos segmentos ovalados denominados "panel shapes", que no necesitan costura, sino que se pegan uno al otro desde adentro. La válvula a través de la cual se infla el balón también se construyó de tal manera que no se ve, con lo que deja la superficie enteramente lisa y favorece una mejor precisión en los disparos.
La colorida ceremonia inaugural en el Allianz Arena de Múnich, tuvo una duración de 15 minutos y presentó diversas danzas culturales y bailarines vestidos con prendas típicas de Baviera. Luego Pelé y la modelo Claudia Schiffer trasladaron el trofeo hasta el centro del campo, para darle paso al Presidente Horst Köhler, quien inauguró oficialmente la Copa. El momento musical llego a cargo de Herbert Grönemeyer para culminar una sobria ceremonia.
La primera fase transcurrió sin grandes sorpresas. En el grupo A, Alemania clasificó invicta junto a Ecuador. En uno de los mejores partidos que se hayan visto en una inauguración, Alemania se impuso por cuatro tantos a dos a una alegre Costa Rica. A los 6´ el balón terminaba en el fondo de la portería visitante tras un impresionante tiro del lateral Lahm, abriendo la lista de goles que se sucedió a lo largo del cotejo, en el que Klose y Wanchope anotaron por partida doble. En el otro encuentro Ecuador, apostando por un fútbol ofensivo arriesgado, se impuso 2 a 0 a una selección polaca de la que se esperaba más.
En el grupo B, Inglaterra y Suecia pasaron a la siguiente fase con irregulares participaciones en detrimento de un Paraguay al que le faltó un toque de suerte y de los debutantes trinitarios que sólo hicieron resistencia en su debut frente a Suecia. En un muy buen partido, que será recordado porque, en un rechazo de la defensa sueca, Joe Cole pateó el balón desde un poco más delante de la media cancha que Isaksson no pudo detener. Sin duda, ese fue el mejor gol de la Copa. A los 51 minutos, Marcus Allback empató el encuentro a uno con el gol número 2 mil en la historia de los mundiales.
El grupo C, considerado como el grupo de la muerte se definió fácilmente a favor de los experimentados combinados argentino y neerlandés. Argentina venció 2 a 1 a Costa de Marfil con mucho sufrimiento pero con sólidos argumentos técnicos. Los marfileños salieron a jugar con la potencia típica del fútbol africano y la inocencia del debutante. Cayó cerradamente ante albicelestes y tulipanes dominando a los colistas serbios. De la mano de Arjen Robben, los dirigidos por Van Basten clasificaron en segundo lugar, sin forzar la marcha, gracias a la goleada gaucha 6 a 0 ante Serbia.
Los mexicanos aseguraron rápidamente su pase en el grupo D al vencer a Irán y empatar con Angola, para caer ante Portugal, que obtuvo los 9 puntos posibles.
El grupo E comenzó con una Ghana casi entregando el encuentro contra los ítalos. Luego demostró las expectativas formadas en su entorno, aunque USA les hizo fuerte oposición, igual que a Italia, que se vio complicada para negociar un empate que le supo a poco a los norteamericanos. Los checos no pudieron aprovechar el desgaste de los líderes azzurros y africanos, acompañando a los gringos en su despedida.
Brasil, el favorito de todos, inició su participación en el Mundial con una ajustada victoria 1 a 0 sobre Croacia gracias a un genial tanto de Kaká en el minuto 44. De allí, su paso por esta fase fue coser y cantar venciendo a Australia y Japón. Aussies y croatas lucharon hasta el último momento para alcanzar el segundo cupo del grupo F que obtuvieron los Socceroos australianos.
Suiza y Francia en el grupo G alcanzaron el pasaporte aunque a los galos les costó obtener la visa sobre los sudcoreanos ganando apuradamente y a último momento a la débil Togo.
Un paseo por la Gran Vía o por las Ramblas pareció el discurrir de España en el último grupo de la ronda inicial. Con un planteamiento táctico perfecto, goleó a Ucrania y Túnez y ganó con la guardia baja a Arabia Saudita. Los ex soviéticos vencieron a africanos y árabes para acompañar a los íberos.
En los octavos de final, la supremacía europea se hizo presente con Alemania, Italia, Inglaterra, Portugal, Francia y Ucrania, quienes clasificaron junto a los favoritos Argentina y Brasil. La primera sorpresa de la ronda fue la eliminación de España ante Francia, que había tenido una complicada clasificación en la primera rueda.
En efecto, España no pudo responder a las expectativas y cayó ante una sorprendente Francia por 3-1. La Furia adelantó con un tiro penal de Villa, pero Ribery igualó antes del descanso. Patrick Vieira, en fuera de juego, y Zinedine Zidane rubricaron el laurel francés adelantando precozmente el desencanto hispano.
Alemania remató rápidamente su encuentro ante Suecia al anotar Podolski, antes del cuarto de hora, los dos goles definitivos que los escandinavos no pudieron neutralizar. Inglaterra, con un solitario tanto de su astro David Beckham solventó el trámite ante una correosa y desafiante selección de Ecuador.
México arrancó con fuerza con gol de Rafa Márquez a los 5 minutos de juego, compensado 4 minutos después para Argentina por el veterano Hernán Crespo. Así llegaron a la prórroga donde la experiencia albiceleste impuso su clase con un monumental gol del Maxi Rodríguez al empalmar una soberbia volea al borde del área grande y anidarla en el fondo de la red junto con las esperanzas mexicanas.
En la “Batalla de Nuremberg”, en la acción futbolística más meritoria del partido, Maniche, verdugo de Holanda en la Eurocopa del 2004, anotó el gol del triunfo para Portugal tras aprovechar un centro de Deco y regatear dentro del área a un defensa. El árbitro ruso Ivanov no estuvo a la altura. A los 7 minutos perdonó la roja a Boulahrouz por una entrada criminal a Cristiano Ronaldo, clavándole los tacos. El extremo portugués, tras intentarlo, no pudo soportar finalmente el dolor y se tuvo que retirar a la media hora. De cualquier forma, el festival de cartulinas se saldó con 16 tarjetas amarillas y 4 expulsiones.
A Italia se le atragantó el cerrojo australiano al mantener el marcador incólume hasta que, en los últimos segundos del encuentro, un polémico penal es anotado por Francesco Totti para dirimir el duelo a favor, ¡cómo no! de los italianos.
En un partido plomizo, suizos y ucranianos llegaron hasta la tanda de penales sin hacerse daño (sólo una tarjeta amarilla). Los helvéticos no soñaban llegar a estas instancias porque no anotaron ni una vez, facilitando la tarea a Ucrania, que habían fallado el primero por medio de su referente Andrei Shevchenko.
Y Brasil encarriló el cotejo contra Ghana gracias a la puntería de Ronaldo a los 5 minutos, controlando el resto del juego y fulminando con sendos goles de Adriano y Zé Roberto.
Durante los cuartos de final, los principales favoritos fueron eliminados. Alemania se clasificó para las semifinales luego de derrotar en una perfecta tanda de penales a la Argentina tras un intenso encuentro que finalizó con un tanto por bando.
Por la misma vía quedó varado el conjunto inglés luego de igualar sin anotaciones. Cristiano Ronaldo asestó el estacazo final al marcar el penal que dejaba inalcanzable la cuenta. Los sorpresivos lusos llegaban a semifinales luego de 40 años desde Inglaterra 66.
Francia derrotó fácilmente, pero por la mínima, a una disminuida selección de Brasil que, a pesar de todos los pronósticos, no mostró su alto nivel de juego a lo largo de todo el torneo. El tanto fue de Thierry Henry.
El único resultado que estaba dentro de las probabilidades fue la holgada victoria italiana 3 a 0 sobre la debutante Ucrania. Goles de Zambrotta y doblete de Luca Toni apearon a una Ucrania que cerró una gran presentación en este Mundial.
Alemania e Italia se enfrentaron en semifinales en uno de los partidos más emocionantes del torneo. Cuando todo indicaba que ambos equipos irían a la definición desde los doce pasos, Grosso destruyó cruelmente los sueños alemanes con un gol a los 118' que desconcertó a los alemanes, lo que permitió una nueva anotación de su astro Del Piero un minuto antes del final.
En la segunda semifinal, Zidane cobró un penalti que significó la ventaja de 1 a 0 en el minuto 33 del primer tiempo. Una patada dentro del área de Ricardo Carvalho sobre el punta galo Henry fue sancionada por el árbitro uruguayo Jorge Larrionda, pese a las protestas de los portugueses. El mago anotó con un tiro potente y ajustado al poste derecho de la meta de Ricardo concretando el éxito francés.
Alemania consiguió aplacar un poco el dolor de la derrota en semifinales quedándose con el tercer puesto del Mundial que organizaron. Vencieron a Portugal por 3 a 1 y fueron despedidos en una gran ovación. Todos los goles llegaron en la etapa de complemento. Par de derechazos de Bastian Schweinsteiger y un auto gol de Petit (ante otro disparo del goleador teutón) y el descuento de Nuno Gomes que cabeceó un medido centro de Luis Figo. Portugal cerró un buen Mundial y Alemania se despidió ante su público de la mejor manera, ganando y dando espectáculo.
En el Estadio Olímpico de Berlín, después de un espectáculo emocionante y colorido donde se presentaron, entre otros, Plácido Domingo y Shakira, había llegado la hora de la verdad. Las selecciones nacionales de Italia y Francia se enfrentaban en la final.
Desde el principio Italia se mostró encerrada ante una Francia que le obstruyó los espacios, le quitó la pelota y la hizo mover con precisión y profundidad. La Azzurra empezó a vivir una pesadilla cuando minuto 7 el arquero Gianluigi Buffon se encontró cara a cara con el mismísimo Zizou quien cobró positivamente un penal (el último gol de su carrera) cantado por el argentino Horacio Elizondo.
De esta manera, con Italia abajo en el marcador por primera vez en el campeonato, se vio en la necesidad de sacar el juego colectivo que lo llevó a la gran final para romper el esquema de 4 en fondo que mantenía Francia, tal estrategia dio tempranero fruto con un gol de gran factura de Marco Materazzi a los 19 minutos dictando un empate que ambas oncenas facturarían hasta sus últimas consecuencias, la definición del partido por penales.
A los 110', en una extraña e inesperada situación, Materazzi insultó a Zidane y éste regresó, encajándole un cabezazo en el pecho, lo que provocaría su expulsión.
En la tanda de penaltis, David Trézéguet por los galos erró su tiro y Fabio Grosso batió a Barthez, completando la perfecta tanda de los tiradores ítalos, para vencer 5 por 4 desatando algarabía y emoción a raudales y llevar su cuarto título a Italia.
El alto número de amonestaciones fue una característica del torneo: 345 tarjetas amarillas y 28 tarjetas rojas, El campeonato también presentó una bajísima cuenta de goles, sólo 147. Alemania 2006 promedió 2,297 goles por partido, la segunda cifra más baja del torneo, superando únicamente los 2,212 goles de Italia 90.El ganador de la bota de oro al mejor goleador del campeonato fue el alemán Miroslav Klose al anidar 5 tantos en las redes contrarias. El premio al mejor jugador del torneo fue, a pesar de su polémica expulsión durante la final, para Zinedine Zidane, poniendo así fin a una excelsa carrera en el deporte rey.
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