lunes, 7 de junio de 2010

Corea-Japón 2002. La polémica allana la vía a Brasil

La XVII edición de la Copa Mundial de Fútbol se realizó en Corea del Sur y Japón, entre el 31 de mayo y el 30 de junio de 2002. Este torneo fue el primero organizado en la historia por dos países, el primero en realizarse fuera de Europa y América y el primero en consumarse en Asia.

La FIFA deseaba que el torneo se albergara en un país sin tradición futbolística para incentivar el desarrollo del deporte y con grandes capacidades económicas, siendo Corea del Sur y Japón los favoritos para organizar el torneo.

Cada nación presentó 10 sedes para el torneo. El partido inaugural se disputó en Seúl, y la final en Yokohama. La pobre infraestructura futbolística en los ambos países obligó a un gasto histórico en la edificación de estadios, alrededor de 4.500 millones de dólares. De los 20 estadios, 18 fueron construidos propiamente para el mundial.

Durante el torneo clasificatorio, se inscribieron un nuevo récord 198 federaciones. Sorpresivas fueron las eliminaciones de Colombia, Rumania, los Países Bajos y la República Checa. Un hecho llamativo fue la victoria más grande de la historia entre selecciones nacionales: Australia derrotó por 31 goles a cero a Samoa Americana. A pesar de ello, el combinado oceánico no logró clasificar al caer en un repechaje con Uruguay.

Adidas presentó a pelota Fevernova a la cual los diseñadores catalogaron de “la pelota más rápida y precisa de la historia”. Era color champagne, con dibujos dorados, grises y rojos y fue desarrollada en conjunto con laboratorios Bayer quienes fabricaron un poliuretano especial para su confección.

Las mascotas, Spheriks, son 3 seres fantásticos venidos del imaginario planeta “Atmozone” que buscan crear ambientes favorables como los que brotan en los grandes partidos de fútbol. Sus nombres son Ato (amarillo), Nik (azul) y Kaz (violeta). “Ato" hará las veces de técnico virtuoso de una modalidad similar al fútbol conocida como “Atmoball”, amante del juego limpio, mientras que Nik y Kaz trataran de popularizar este deporte en Asia.
El partido inaugural marcó el tono general de la fase de grupos. Senegal, la debutante africana, conmocionó a Francia, defensora del título y que llegaba como favorito a un grupo que parecía muy accesible, con una impresionante victoria por 1-0. Les Bleus no lograron recuperarse de aquella derrota y finalizaron últimos en el grupo A, en la peor campaña de un defensor de la Copa Mundial, al obtener un solo punto y no marcar gol alguno. Dinamarca, con un Jon Dahl Tomasson en vena goleadora fue líder al ganar a un deslucido Uruguay y la dolida Francia. En el partido de entre Senegal y Uruguay el árbitro cobró penales para cada equipo de manera equivocada en un torneo donde la polémica del arbitraje fue protagonista.
En el grupo B, los favoritos lograron pasar a la siguiente ronda. España avanzaría como primera al dominar con facilidad sus tres encuentros. Paraguay y Sudáfrica empatarían en puntos pero los guaraníes lograron el pase por diferencia de goles. En el partido entre ellos se registró una de las menores entradas en la tradición mundialista, 25.186 espectadores en un estadio para casi 60 mil asistentes. Eslovenia se despidió sin puntos.

Brasil se acomodó en un grupo C muy accesible. Ganarían todos sus partidos y usaron a China y Costa Rica como diana de tiro al anotar 4 y 5 goles respectivamente. Contra Turquía fue beneficiado por un error arbitral cuando, cerca del final del encuentro, se pitó un penal a su favor por una falta fuera del área siendo expulsado Alpay, producto de ese jugada, pero además, al final del encuentro Unsal también fue injustamente expulsado debido a una simulación de Rivaldo. Los Ticos dejaron el camino libre a los otomanos y a su sorprendente portero Rustu Recber por mejor promedio de goles. Los chinos cargaron con mayor experiencia y 9 goles a cuestas.

El Grupo D también se convirtió en teatro de un desmedido batacazo: Estados Unidos se estrenó en el torneo humillando a la favorita Portugal, con una victoria por 3 a 2, que facilitó su clasificación. Aunque la Generación de Oro del fútbol portugués enmendó el entuerto venciendo a Polonia, cayó ante Corea del Sur, la otra gran sorpresa del grupo. Aquí, los anfitriones comenzarían a tener la bendición de los árbitros tras ser favorecidos en su enfrentamiento contra los lusos, al ser expulsados Joao Pinto y Beto.

Alemania humillaría a Arabia Saudita con una goleada de 8 tantos a cero, incluyendo un hat-trick de Miroslav Klose. Irlanda, invicto con 2 empates, calificaría como segundo del Grupo E. Camerún cumplió ante los árabes y empató con los irlandeses pero no fue suficiente quedando eliminado.

En el llamado "Grupo de la Muerte", Inglaterra y Suecia clasificaron en menoscabo de la todopoderosa Argentina y de la siempre difícil Nigeria. En la revancha del 98, entre Argentina e Inglaterra, el capitán inglés David Beckham ahuyentó al fantasma de su expulsión en Francia con un tiro penal que se convertiría en el único gol de la esperada confrontación. Argentina, gran favorita de muchos desde la fase de clasificación, ganó apuradamente a las “águilas verdes” por la mínima y sólo empató en su último partido ante Suecia pasando a dilatar la lista de grandes nombres que sacaron el billete de vuelta antes de lo imaginado.

México sorprendería a propios y extraños al llevarse el primer puesto del grupo G al vencer a los veteranos de Croacia y a Ecuador y empatar con Italia. La selección italiana se vio perjudicada en esta fase con la anulación de 4 goles. Dos de esos goles se produjeron en el encuentro contra Croacia y dos contra México. Los ecuatorianos se llevarían su única victoria al derrotar a los curtidos balcánicos.
Los japoneses, bajo la dirección del astro brasileño Zico, dominaron con orden y disciplina el grupo H. Bélgica avanzó como segundo de su grupo después de ganarle un disputado partido a Rusia. Túnez fue colista.

Los alemanes, luego de una buena primera fase, llegaron a los octavos de final confiados a dominar a los paraguayos, pero no fue sino después de 88 minutos de aburrimiento total donde los guaraníes trancaron el juego teutón que, gracias una jugada del suplente Oliver Neuville, lograron desbalancear el tanteador para el 1 a 0 definitivo.

México sufrió una dolorosa derrota a mano de USA. Un desequilibrante Landon Donovan mantuvo en jaque a la defensa mexicana al punto de emplearse con dureza para tratar de detener las veloces internadas de la delantera gringa. Al final un justo 2 a 0 que reflejó lo mostrado en el terreno.

España inició con un rápido gol de Morientes antes de los 10 minutos y todo fue un tira y encoge hasta que Robbie Keane convirtió un penal en el minuto final que prolongó el encuentro hasta llegar a una terrible tanda de penales donde nadie parecía querer ganar. Al final, los hispanos fueron menos malos y superaron el trance.

Los italianos se cruzaron con los anfitriones coreanos. Fue un disputado partido que se definió en tiempo extra. Después de varios fallos en definición ante la valla asiática del delantero Vieri, el árbitro del encuentro decidió ayudar al anfitrión. Aparte de sentenciar un dudoso penalti (luego atajado) a favor de Corea empezando el juego, anuló un gol a los azzurros (el quinto en 3 partidos)y expulsó a Totti por acumulación de tarjetas amarillas, en una jugada que el árbitro ecuatoriano Byron Moreno consideró simulación. Los coreanos terminaron anotando un gol de oro a los 117 minutos. El autor del gol, Ahn Jung Hwan, sería víctima de una vendetta por parte de los transalpinos al ser despedido de su club, el Perugia.

Los ingleses eliminaron a los daneses en un trepidante primer tiempo con goles de Ferdinand, Owen y Heskey, para vivir de la renta el resto del partido. Senegal, el equipo revelación del torneo, siguió brillando, esta vez ante la experimentada Suecia. Después de un excelente partido, los africanos ganaron 2 a 1, con sendos goles de Henri Camara, el último, gol de oro.

En un cotejo bien disputado, los dirigidos por Scolari despidieron a un combativo conjunto belga, a quienes erradamente les anularon un gol de Wilmots, cuando estaban igualados sin goles. A lo último, Rivaldo y Ronaldo sentenciaron su pase a cuartos.

A los japoneses no les bastó con el apoyo de su afición en su enfrentamiento con una formidable escuadra turca. Ante más de 45 mil seguidores los anfitriones debieron doblegarse al ser superados por la mínima.

Los estadounidenses habían jugado el mejor mundial de su historia pero, en los cuartos de final, se estrellaron ante el muro germano y la puntería de su referente Michael Ballack quien anotaría el único gol del partido.

Lo más sorprendente en materia arbitral aún estaba por llegar. El partido entre Corea y España impulsó a la fama al infeliz árbitro egipcio Gamal al Ghandour. Sin duda, España fue mucho mejor que la selección asiática, pero sendos goles anulados a Morientes y Helguera extendieron el partido hasta la prórroga. Al final lo nervios terminaron con los españoles en la tanda de penales y se despidieron de este Mundial sin perder ningún partido, siendo la tercera selección con más goles (10), sólo por detrás de Alemania y Brasil que disputaron la final.

En un partido muy duro, Rivaldo, al borde del descanso, anularía el gol inicial de Owen. En el minuto 50 Ronaldinho, con un maravilloso gol de tiro libre rompería el empate. Poco después sería expulsado con roja directa. Brasil defendió la ventaja con un juego ultra defensivo al mejor estilo italiano, logrando calificar a semifinales.
La misma muerte súbita que les había dado el pase a cuartos a los Leones senegaleses, les arrebató la clasificación para semifinales cuando un tanto del turco Mansiz zanjó el partido entre ambas selecciones.

En el encuentro de semifinales ante la República de Corea, a pesar de la presión de la cuantiosa afición local, Alemania supo mantener el control del partido. De nuevo, Kahn demostró que era el guardameta más importante del mundo y Ballack volvió a marcar el único gol de Alemania. Sin embargo, las tarjetas que vio el centrocampista durante el partido impidieron que la selección europea pudiera disfrutar de su más inspirado jugador y máximo goleador en la final.

Alemania no se encontraba en la lista de las grandes favoritas antes del inicio del torneo. No obstante, fiel a su habitual efectividad, se anotó tres victorias consecutivas por 1-0 ante sus rivales en las eliminatorias y se hizo con plaza para disputar la séptima final de su historia.

Un gol de Rivaldo en los últimos compases del partido otorgó el triunfo a la selección brasileña, que en ningún momento se mostró superior a una selección turca que hizo todo un alarde de poderío físico y técnico cayendo en un partido muy igualado.

En el encuentro por el tercer puesto Corea del Sur y Turquía jugaron uno de los partidos más electrizantes de la Copa del Mundo. Los miles de espectadores en el estadio o en TV no se habían acomodado cuando Hakan Sukur, la estrella turca que no había convertido goles en el torneo, marcó el tanto más rápido en la historia de los mundiales.

Los coreanos sacaron del medio, Sukur robó la pelota y venció al arquero Lee Woon-Jae antes de que el reloj marcara los primeros 13 segundos de juego. Alentado por su público, los locales salieron a empatar y lo lograron a los 9 minutos con un tiro libre de Lee Eul-Yong. Pero el delantero Ilhan Mansiz estiró la diferencia para los turcos a los 13 y a los 32 tras buenas jugadas de Sukur.

El segundo tiempo no desentonó. Corea atacó constantemente pero Turquía colocó una murallón con nombre y apellido, Rustu Recber, el arquero que volvió a justificar el interés que manifestaron grandes equipos europeos por su contratación. Justo a los 92 minutos de juego, Song Chong-Gug descontópara los locales.

Irónicamente, tuvo que ser el impecable Kahn quien regalara a Ronaldo su primer gol de la final y, a los pocos minutos, una internada de Kleberson junto a un brillante amago de Rivaldo abrieron el espacio que Ronaldo necesitaba para colocar el balón con facilidad en el fondo de la meta de Kahn para que Brasil se adjudicara su quinto Mundial, hazaña sin precedentes en la historia de la competición.

Después de todo un mes cargado de pasión, de héroes inusitados y de víctimas todavía más inesperadas, el campeonato concluyó con uno de los finales más habituales: los jugadores de "la Canarinha" izando Copa Mundial. Con su nuevo título, obtenido en la edición asiática del torneo, Brasil ha realizado la extraordinaria proeza de haber ganado en todos los continentes que han albergado el certamen.

Ronaldo, que cuatro años antes había sufrido una célebre y nefasta final, fue el héroe de la Seleçao y consiguió un total de 8 goles en el torneo, la cuenta más abultada en una Copa del Mundo desde los 10 tantos de Gerd Müller en México 70.


El arquero alemán Oliver Kahn fue escogido como el mejor jugador del Mundial 2002. Es a primera vez que un arquero se hace acreedor a la distinción. Kahn también había sido elegido como el mejor portero del torneo.

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