sábado, 8 de mayo de 2010

Steffi Graf. Pasión y Potencia en la Raqueta

En vísperas de la celebración del Día de la Madre, quiero hacer un reconocimiento a una atleta excepcional quién, a su retiro de las canchas, ha dedicado su energía para formar una hermosa familia.

Stefanie Maria Graf, mejor conocida como Steffi Graf, es una jugadora de tenis profesional retirada, nacida el 14 de junio de 1969 en Mannheim, República Federal Alemana.

A los tres meses ya sabía andar y a los 4 años empezó a jugar al tenis. Su padre, Peter, aprovechaba el tiempo libre que le dejaba la venta de coches y seguros para ser monitor de tenis y, al ver el interés que la pequeña Steffi demostraba en el deporte, le regaló una raqueta de madera. Comenzó golpeando la pelota contra la pared de la sala de su casa y con cinco años ya participó en su primer torneo. Salió derrotada y rompió a llorar al conocer el fracaso mostrando ya, con su corta edad, su característico afán perfeccionista.

Esa niña, luego de ganar las copas "Junior" de Alemania y Europa, decidió dar el salto al circuito femenino el 18 de octubre de 1982, con 13 años, a la par de Gabriela Sabatini y Mary Jo Fernández, un trío llamado a desbancar a las tenistas que dominaban entonces. Al día siguiente, perdió contra Tracy Austin (4-6, 0-6).

La alemana poco tardó en diplomarse. En 1986, sus victorias frente a Navratilova, tanto en arcilla como en el cemento del Family Circle Cup de Cayo Vizcaíno, donde se impuso además en la final a Evert, le otorgaron la categoría de estrella.

Graf se convirtió en la jugadora número 1 del mundo el 17 de agosto de 1987 y se mantuvo en esa posición hasta el 10 de marzo de 1991, 186 semanas consecutivas. En total, se apoderó de la posición de honor durante 377 semanas, ambos records inigualados.

En la pista, su mejor arma era el golpe de derecha. Ejecutado de una manera poco ortodoxa, era un golpe potentísimo y muy preciso con el que conseguía desbordar a sus rivales desde cualquier ángulo de la pista. Por el contrario, no tenía confianza en su revés y sólo en muy contadas ocasiones utilizaba este golpe para ganar los puntos. Pero lograba ejecutar con gran precisión el revés cortado, a fin de incomodar a su rival y que terminó siendo tan característico de su estilo como su potente derecha. Además, poseía un gran servicio y, aunque jugaba básicamente desde el fondo de la pista, voleaba con seguridad. Al margen de sus golpes, hay que destacar su velocidad y su juego de piernas, que le permitían desplazarse muy rápidamente hacia su izquierda y golpear de derecha bolas que normalmente se juegan de revés.

Steffi ganó su primer Grand Slam a los 17 años y, en 1988, su año cumbre, se convirtió en la primera y única mujer en ganar el Golden Slam al superar a Chris Evert en el Abierto de Australia, a Natasha Zvereva en Roland Garros, a Martina Navratilova en Wimbledon, a Gabriela Sabatini en el Abierto de los Estados Unidos y nuevamente a Gabriela Sabatini en la final de los Juegos Olímpicos de Seúl. Desde entonces su trayectoria fue imparable, hasta acumular 22 títulos individuales de Grand Slam, a sólo dos del récord absoluto, en posesión de la australiana Margaret Smith. Graf ganó 107 torneos WTA, ocupando la tercera posición en la lista de todos los tiempos, detrás de Navratilova (167) y Evert (157).

Es la única tenista (incluyendo a los hombres) en haber ganado los cuatro torneos de Grand Slam dos veces en dos décadas diferentes y en ganar todos los Cuatro Grandes al menos cuatro veces. El balance de victorias/derrotas de su carrera es 902-115. Entre junio de 1989 y mayo de 1990 encadenó 68 victorias consecutivas, lo que constituye la segunda mejor racha de la historia, superada tan sólo por la que logró la Navratilova en 1984 (73). Sus ganancias totales fueron de 20.130.835 dólares.

En 1990, en la cima de su carrera, sufrió un duro golpe cuando su padre fue encarcelado por evasión de impuestos sobre sus ganancias. La deportista alemana que una vez había dicho: 'Se lo debo todo a mi padre' se sintió desolada.

Después de ver crecer, desarrollarse y desaparecer a varias generaciones de rivales, la jugadora alemana fue asediada por la incapacidad de sus articulaciones para soportar el ritmo de la competición.

La relación de Graf con los hospitales se remonta a 1990, cuando en febrero se fractura un dedo. Pero su via crucis comenzó de verdad tres años después al sufrir su primera operación en el pie derecho y, con todo, apenas seis semanas más tarde se impuso en el Masters. Esa brillante reaparición no ocultó, sin embargo, la debilidad de sus huesos. De nuevo la espalda y la rodilla izquierda pusieron a la alemana contra las cuerdas en 1995. Fue el aviso del calvario que luego soportó durante el resto de su carrera. Tras una operación de rodilla a la que se sometió en 1997 y que le costó ocho meses en dique seco, empezó a perder su forma y salió del ranking por primera vez desde 1983. En 1999, cuando parecía recuperar toda su capacidad profesional, anunció su retirada definitiva. Ese año se había dado cuenta de que había perdido la alegría y la ilusión de jugar al tenis.

Graf jugó su postrer cotejo ante Amy Frazier, tras abandono por lesión, el 13 de agosto de 1999. Su último partido completo fue la final de Wimbledon de ese mismo año, que perdió contra Lindsay Davenport (4-6, 5-7). Unas semanas antes, Graf se alzó con su último título de Roland Garros, en una memorable final contra la entonces número 1, Martina Hingis (4-6, 7-5, 6-2); en las rondas anteriores, también había dejado en el camino a la número 2 (Lindsay Davenport) y a la 3ª clasificada (Monica Seles).

Con su marcha, las pistas centrales de los principales coliseos de tenis del mundo perdieron a la gran figura que personificó la pasión, la entrega, la velocidad, inteligencia y potencia del tenis femenil. Steffi Graf anunció en Heidelberg, con 30 años, que la carrera de la mejor tenista del final del siglo XX había llegado a su colofón.

Graf, a pesar de sus duras facciones, es también conocida por su sentido del humor. Durante una ardua semifinal en Wimbledon contra Kimiko Date, estaba a punto de sacar cuando un espectador gritó "¡Steffi!". Los presentes, incluyendo la jugadora, comenzaron a reír. Cuando estuvo lista para hacer el servicio otra vez, el espectador volvió a gritar "¡Steffi! ¿Te casarías conmigo?" El estadio entero reía y el juego se detuvo unos instantes. Steffi botó la pelota contra el suelo para sacar, se giró hacia el espectador y le gritó "¿Cuánto dinero tiene?". Graf perdió el set 2-6, pero ganó el partido 6-2, 2-6 y 6-3 para llegar a la final, donde derrotó a Arantxa Sánchez Vicario.

Entre otros, Graf fue galardonada con el premio de la BBC Sports a la "Personalidad del año" en 1988 y recibió el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes en 1999.

Steffi contrajo nupcias el 22 de octubre de 2001, con el también as del tenis Andre Agassi en la residencia de éste en Las Vegas, sólo con las madres de ambos como testigos. A finales de ese año nació su primer hijo, Jaden Gil, 6 semanas antes de término. Dos años después recibieron a su hija Jaz Elle, segundo de la pareja. La felicidad estaba colmada.

En la actualidad, Graf es embajadora de WWF. Creó y patrocina la fundación "Children for Tomorrow", la cual se dedica a proyectos de asistencia para niños y familias víctimas de la guerra y persecuciones.

3 comentarios:

  1. Muy bueno el recuento. Feliz fin de semana

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  2. De verdad era fantastica, recuerdo esa final de Roland Garros contra Hingis, fue increible, levanto al menos 1 match point en el segundo, y termino liquidando.

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  3. Y el gran forehand que tenia. Cuantos hombres querrian tenerlo. Pero lo que la hac'ia grande era la velocidad de preparacion de es golpe de derecha. Y siempre con fuerza. Genial

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