Historia rasante del Baloncesto en Venezuela

El baloncesto tendría su origen en uno de los juegos más añejos del mundo: el ”pokolpok” (mejor conocido como el juego de pelota de los mayas). Estos naturales de la selva mesoamericana construían alargados recintos rodeados por gruesos y decorados muros que tenían adosados unos anillos de piedra por donde se hacía pasar una esfera de hule. La pelota era muy dura y lastimaba a los jugadores, por lo que debían ponerse protectores en brazos y la cintura, zonas con las que se debía golpear la pelota. Uno de los mejores recintos de este juego se ubica en Chichén Itzá.

El baloncesto se inventó en 1891 por el profesor canadiense de educación física James Naismith quien introdujo el juego mientras era instructor en la Young Men's Christian Association (YMCA) en Springfield, Massachusetts. Allí organizó un pasatiempo que englobaba elementos de fútbol americano, fútbol y hockey y que era ideal para jugar durante el invierno. Los equipos tenían nueve jugadores y las canastas eran de madera asentadas a los muros. En 1897 se regularon los equipos con cinco jugadores. El juego llegó a ser muy popular al poderse practicar al aire libre. Los soldados norteamericanos de la II Guerra Mundial lo popularizaron en otras latitudes.

El Baloncesto llegó a Venezuela muchos años después que al resto de países de Suramericanos y el Caribe. La Venezuela de los 20 se constituía en un grupo de aldeas, de corte casi feudal, de las cuales la mayor era Caracas con 150.000 habitantes y unas cuantas casas grandes llamadas "quintas". Es en ese ambiente donde el baloncesto da sus primeros pasos en suelo patrio.

Su apogeo coincidió con los inicios de la explotación petrolera, cuando llegaron al Zulia varios técnicos estadounidenses. En Táchira este deporte también tuvo un gran auge debido a su constante interacción con Colombia. De allí pasó a Mérida, donde se popularizó entre los estudiantes universitarios. Ya en los 30, el baloncesto llegó a Carabobo y Caracas.

De inmediato empezaron a formarse equipos y se iniciaron los primeros intercambios amistosos, hasta que en 1935, se fundó en Caracas la Asociación de Basketball Amateur, conformada en su mayoría por equipos caraqueños.

La primera excursión al exterior ocurre en 1937, a Cali, Colombia, que celebraba su cuatricentenario. La llamada Selección Nacional era integrada por caraqueños que costearon sus gastos y, en autobús y tren, bordeando la Cordillera Andina, fueron y vinieron. Pero su primera participación oficial fue en los IV Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe realizados en Panamá.

En 1930 se inician los llamados campeonatos nacionales formados por equipos capitalinos y algunos de la región central, que mantuvieron encendida la llama del entusiasmo por esta actividad. De esto surgieron las categorías menores y también las damas tuvieron su torneo en 1935-36 que agrupó a 150 basqueteras en 14 equipos.

Después de un largo puente de 13 años sin contactos externos de envergadura, lo que derivó en un pobre desarrollo técnico para mediados de siglo, el cuadro dirigencial cambia y amplía horizontes haciendo que la provincia participe con más asiduidad. EI I Nacional de Caracas, 1948, esparce tableros, esféricos y gimnasios por toda el espacio nacional. Para 1973, la organización basquetera ha llegado, aunque con algunos picos, a todos los estados.

Leonardo Rodríguez, economista y profesor de Educación Física en el Pedagógico de Caracas obtiene una beca para estudiar en la Universidad de Stamford para lograr un Máster en economía pero, disertando con los basquetbolistas universitarios de USA, le hacen saber que les encantaría ir gratis durante el verano a Venezuela.

A su regreso al país, a finales del 73, presentó el proyecto de una Liga de Basketball, que se llamó Especial, con importados, TV, radio, viáticos, clubes, etc. Que, con una moderna gerencia despertaría el baloncesto en Venezuela. Así, en 1974, con 4 quintetos (Caracas, Beverly Hills, Aragua y Carabobo) se organizó el primer Campeonato de la Liga Especial y que fue reconocida varias veces como la mejor liga de Sur América. En el 75 pasó a 6 equipos y en el 76 a 8, cantidad que se ha mantenido con la Liga Profesional que arrancó en 1993 y que es una continuación de la Especial. En 2008 se expandió a 10 equipos. La temporada regular de la LPB comienza en febrero de cada año y termina a inicios del mes de mayo.

En 1988, se efectúa el Suramericano de Clubes Campeones, en Valencia, que espectacularmente entrona a Trotamundos. Al año siguiente, el propio Trotamundos de Carabobo toca su cenit con la triple corona: campeón del Puros Criollos, campeón del Suramericano de Clubes Campeones en Paraguay y Tetracampeón del Baloncesto Especial de Venezuela.

La Liga Especial de Baloncesto, Liespecial, es catalogada todavía como la experiencia más positiva en la historia del Baloncesto criollo y del Deporte. Las pruebas son la cantidad de clubes y practicantes y la calidad evidenciada en eventos internacionales. En los Bolivarianos (Campeón 1977), Panamericanos (México 75, Caracas 83, Indianópolis 87, Cuba 91), la relevancia del primer triunfo de Venezuela sobre Brasil en el Suramericano de 1978 en la Asunción para quedar Subcampeón por "Gol Average", dilucidando triple empate con el campeón Argentina y Brasil, la participación mundialista en Argentina 90 y la obtención del Campeonato Suramericano en Valencia 91.

Pero la gran gesta del baloncesto tricolor fue la conquista del subcampeonato de América en Portland, 92, cayendo con todos los honores, en la final, ante el célebre "Dream Team" de USA, el mejor Club de Baloncesto (10 de sus 12 integrantes están reconocidos entre los 50 mejores jugadores de la NBA de todos los tiempos) en el torneo de las Américas, el cual honraba el 1er. Centenario del Baloncesto Mundial. En este, se conquistó la asistencia a los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Grandes estrellas, cuantiosas en realidad, han brillado sobre los tabloncillos nacionales. Por respeto a los que puedo dejar detrás de las teclas no los nombraré. Pero a todos ellos, nacionales e importados, les debemos apasionantes momentos donde la emoción nos embargó haciéndonos sentir parte esencial del espectáculo.